El transporte de cargas pierde competitividad a medida que aumentan sus costos en un contexto de acelerada inflación minorista: su última suba de 3,1% acarrea fuertes repercusiones en la economía nacional, por su efecto multiplicador sobre una gran variedad de actividades.
Los “costos del flete” ya superan en más de cuatro puntos la inflación minorista (19,6%), según el Índice de Costos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac).
En los primeros días de agosto, el Índice Fadeeac había anticipado la generalizada aceleración inflacionaria con un fuerte incremento de 7,2% en julio, el registro mensual más alto en más de dos años y que implicó, al mismo tiempo, un aumento mayor a 24 puntos en el transcurso del año (enero-julio de 2018), y de casi 36 puntos sobre los últimos doce meses.
Las primeras estimaciones del Departamento de Estudios Económicos y Costos de la Federación señalan que al llegar agosto el aumento acumulado de lo que debe solventar un empresario del sector habrá aumentado casi 39% en los últimos doce meses, en tanto que el alza de los combustibles ya superará 53%, luego de los dos aumentos continuos del gasoil en el octavo mes de este año.
Con esta nueva suba de los costos para transportar mercadería, que los camiones salgan a la ruta implica un costo que supera en cuatro puntos a la inflación minorista, aunque continúa bastante por debajo de los precios mayoristas (36,5%). En tanto, el ajuste sin límite del combustible no solamente incide ampliamente en los costos del flete, sino que también exhibe un impacto sobre la dinámica de precios mayoristas y, como consecuencia, sobre la inflación en términos generales. El petróleo y el gas mayorista se constituyen en el segmento que lidera los ajustes de precio, con aumentos muy significativos: un alza de 80,5 % y de 97% en el transcurso del año y en los últimos doces meses, respectivamente.
Bajo este escenario, estos precios del combustible y su esquema “desregulación-alineamiento con los precios internacionales” que rige en el mercado de hidrocarburos desde el 1 de octubre de 2017, “dejan al transporte en una situación cada vez más comprometida, al igual que el resto de la economía”, afirmó la Federación nacional de transportistas en su último documento público.
En sintonía con este comportamiento, se encuentra el nuevo salto del dólar por encima de los $30, por lo que el tipo de cambio acumula una suba de 50% en el transcurso de los últimos cuatro meses y de más de 65% en relación con noviembre del año pasado. En el transcurso de 2018, en efecto, se sucedieron cuatro fuertes devaluaciones (marzo, cuando el tipo de cambio trepó a $ 20,5; mayo cuando se ubicó el $ 25,5; juliocuando el valor de la divisa norteamericana superó los $ 28.5; y agosto con un tipo de cambio ubicado en $ 30,5 que se encamina a un mes de setiembre con otra alza continuada). “Todo lo cual denota una marcada depreciación de la moneda nacional, incertidumbre cambiaria y posterior traslado a precios internos”, precisaron las empresas del autotransporte de cargas.
“La actividad del transporte vehicular de cargas sufre fuertes consecuencias por esas devaluaciones, dejan al sector en emergencia y ponen un freno a su crecimiento”, precisó el documento de Fadeeac.