Por Javier De Pascuale
El Gobierno brasileño prevé finalizar en un máximo de cuatro años las rutas sudamericanas de integración que deben aumentar el comercio con los países vecinos y disminuir la distancia para exportar e importar productos asiáticos, informaron en las últimas horas fuentes oficiales brasileñas.
En un evento en el estado de Mato Grosso (centro-oeste), el ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Fávaro, la ministra de Planificación y Presupuesto, Simone Tebet, y el titular de Integración y Desarrollo Regional, Waldez Góes, presentaron la Ruta del Cuadrante de Rondón, una de las cinco Rutas Sudamericanas de Integración.
“En cuatro años, todas estas rutas podrán conectar nuestros estados con China y Asia”, afirmó la ministra de Planificación y Presupuesto. “Tenemos cinco rutas para presentar (…) una ruta no excluye a la otra, una ruta no debilita a la otra, una ruta no compite con la otra. Verán cómo una ruta está interconectada con la otra”, dijo.
Diez países unidos por la exportación
Pocas horas después, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, defendió la integración regional en Sudamérica para conectar el país “con las regiones más dinámicas del mundo”.
En un discurso pronunciado en la sesión de apertura del foro “Un Proyecto Brasil” que se celebró en la capital brasileña, Brasilia, Lula mencionó las rutas de integración, que forman parte de la agenda de integración regional y pretenden fomentar y fortalecer el comercio con los países sudamericanos. “Estamos poniendo en marcha un audaz plan de cinco rutas de integración y desarrollo de América del Sur. Estamos fortaleciendo los vínculos de nuestro país con los mercados de Argentina, Paraguay, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, Guyana y Surinam”, subrayó.
Las rutas reducirán el tiempo y el coste del transporte de mercancías entre Brasil y los países vecinos. “Al unir el Caribe, el Atlántico y el Pacífico, conectaremos Brasil con las regiones más dinámicas del mundo”, agregó Lula.
El mandatario brasileño defendió la integración nacional. “Eso es lo que venimos buscando desde el inicio de mi Gobierno. Hemos estado haciendo nuestra parte, gobernando para todo el pueblo brasileño, sin ningún tipo de discriminación, social o regional, pero cuidando especialmente de aquellos que más lo necesitan. Buscando el crecimiento económico, la generación de empleo y renta, la reducción del hambre y la pobreza y la inclusión social”, enfatizó.
El caso del estado de Mato Grosso
Brasil orientó fuertemente su economía hacia la exportación. Sólo en el estado de Mato Grosso, de acuerdo con cifras de la cartera de Planificación y Presupuesto, de 2000 a 2023 ese estado pasó del décimo al cuarto lugar entre los principales distritos exportadores de Brasil.
Las ventas externas del estado pasaron de 1.700 millones de dólares a más de 32.000 millones de dólares en el periodo.
En 2023, el complejo de la soya, el maíz, la carne bovina y el algodón representarán más del 90 por ciento de las ventas totales de Mato Grosso.
China es el mayor comprador del estado, con el 41 por ciento del total. A pesar de este panorama, Mato Grosso sigue transportando cerca del 56 por ciento de su producción a través de los puertos de Santos y Paranaguá, en el litoral sureste de Brasil.
Las cifras también muestran que las importaciones de Mato Grosso pasaron de 158 millones de dólares en el año 2000 a 3.200 millones de dólares en 2023.
El aumento, según el ministerio, se debe principalmente a las importaciones de fertilizantes, que representaron más del 70 por ciento del total.
Durante el periodo, las importaciones estatales de fertilizantes procedieron principalmente de Canadá, Rusia y China, países ribereños del océano Pacífico, y entraron en Brasil por los puertos de Santos y Paranaguá.
“Con todas estas rutas, todo Brasil se beneficiará. Por supuesto, cuando las rutas estén más estructuradas, estados como Mato Grosso tendrán la oportunidad de beneficiarse más”, agregó Waldez Góes.