Sigue existiendo un claro desajuste entre lo que los jóvenes creen que las empresas responsables deben lograr y lo que perciben como las verdaderas prioridades de éstas, según una encuesta privada
La última encuesta de Deloitte sobre la generación de los millennials y sus percepciones sobre la responsabilidad social corporativa indicó un giro hacia abajo en la credibilidad del sector empresarial. Sigue existiendo un claro desajuste entre lo que los integrantes de ese grupo etario creen que las empresas responsables deben lograr y lo que perciben como las verdaderas prioridades de éstas.
Pese a que los jóvenes creen que las empresas deben considerar los intereses de las partes interesadas y la ética como una prioridad de igual importancia que generar ganancias, su experiencia es que los empleadores priorizan el resultado final por encima de los trabajadores, la sociedad y el ambiente. Cuarenta y ocho por ciento, frente a 65 por ciento el año pasado, cree que las empresas se comportan éticamente.
Tres cuartas partes de los encuestados ahora ve empresas de todo el mundo centradas en sus propias agendas en lugar de considerar la sociedad en general (en comparación con 59% de hace un año), y casi dos tercios dicen que las empresas no ambicionan más que ganar dinero. Cuatro de cada 10 encuestados consideran que los líderes empresariales están teniendo un impacto negativo en el mundo.
Posibles consecuencias
Para Deloitte, estas actitudes pueden tener un impacto directo en el futuro del trabajo y la retención de talento. Como se vio en encuestas anteriores, las compañías y los equipos de alta gerencia que están más alineados con la generación del milenio en términos de propósito, cultura y desarrollo profesional es probable que atraigan y conserven el mejor talento joven y, a su vez, potencialmente logren un mejor desempeño financiero.
Asimismo, la encuesta indica que esta postura crítica hacia las empresas no necesariamente sugiere una hostilidad general hacia los empleadores; de hecho, en el informe del año pasado, Deloitte caracterizó a los millennials como “pro-negocios”, pero esto indica que esta generación simplemente espera más de los líderes y las corporaciones. Cabe destacar que, a pesar de sus reservas, los millennials consideran que los líderes empresariales tienen un impacto más positivo en el mundo que los líderes en otras áreas. Están ansiosos por que las empresas se comprometan más agresivamente a tener un impacto tangible en la sociedad mientras preparan a sus organizaciones y empleados para los cambios que está teniendo la revolución 4.0.
Finalmente, el informe indica que para atraer y retener el talento de los millenials es clave generar lealtad y para ello hay dos prioridades de esta generación que apuntan a esto: la diversidad y la flexibilidad. “El buen salario y las culturas corporativas positivas son más propensas a atraer tanto a la generación del milenio como a la generación Z, pero las claves para mantenerlos felices son la diversidad, la inclusión y la flexibilidad”, indica el informe 2018. Por el contrario, los encuestados creen que la mayoría de los líderes empresariales, a pesar de la retórica, no están verdaderamente comprometidos con la creación de culturas inclusivas.
“Vemos una oportunidad para que los líderes llenen lo que los trabajadores más jóvenes consideran un claro vacío de liderazgo. Los encuestados sienten que los negocios podrían ser particularmente efectivos en las áreas de educación, habilidades y capacitación, estabilidad económica y ciberseguridad. Los trabajadores más jóvenes claramente están abiertos a estar convencidos de que los empleadores están comprometidos con la ética y la diversidad pero aún no están convencidos. El momento es ideal para que los líderes den un paso adelante y tomen medidas que beneficien a todas las partes interesadas”, indican en un comunicado.