En Amsterdam se construyó la primera ciclovía solar del mundo. Un año después de terminada su construcción, los resultados demuestran que fue más eficiente de lo que se estimaba en pruebas de laboratorio.
Según informaron los responsables de la estructura, cada metro cuadrado de esta ciclovía solar puede generar 70 kilowatts / hora, lo suficiente para alimentar tres casas. Los buenos resultados obtenidos muestran que la inversión es viable y se espera que se autofinancie su construcción en 15 años.
La gran diferencia de este proyecto es la forma en que se instalaron los paneles fotovoltaicos. No se usó un revestimiento, sino que un pavimento especialmente creado para absorber la energía del sol y convertirla en electricidad.
En términos de uso, los creadores aseguran que el sistema no afecta en nada la circulación normal en una ciclovía. La idea es ampliar este modelo a otras pistas y caminos. “Si podemos incorporar células fotovoltaicas en el pavimento de carreteras, el área productiva sería mayor, contribuyendo a la descentralización de la generación de energía solar, sin la necesidad de buscar espacios adicionales”, explicó Sten de Wit, representante de Solaroad.
La energía producida a partir de la pavimentación se puede utilizar para alimentar vehículos eléctricos, servicio de alimentos y estaciones de iluminación o simplemente ser dirigida a las redes de transmisión de electricidad.