ESCUCHARUno es que la tecnología permitirá formas de trabajo más eficientes que las disponibles en la actualidad, otro, donde lo “tech” podría ser responsable de desplazar gente de sus trabajos
¿Cómo será el futuro de las profesiones? ¿Seguiremos teniendo abogados, médicos y consultores? La respuesta es sí, pero funcionarán de manera diferente. Se prevén dos posibles futuros de las profesiones: el primero es que la tecnología permitirá formas de trabajo más eficientes que las disponibles en la actualidad, los profesionales utilizarán la tecnología para ejecutar su trabajo de manera más efectiva y fácil. Ya existen ejemplos de este futuro, por ejemplo, en la forma en que los médicos ahora usan la tecnología para llevar a cabo teleconsultas para pacientes.
El segundo posible futuro, y quizás un escenario más problemático, es que la tecnología podría ser responsable de desplazar a los profesionales de sus trabajos.
Así lo plantearon más de 150 especialistas que se reunieron en Future Series (FU.SE) realizado en Milán (Italia) para crear soluciones e impulsar acciones para que el futuro del trabajo funcione para todos.
Los temas principales discutidos en la cumbre fueron: la ética y la moralidad de las tecnologías impulsadas por la inteligencia artificial; el posible futuro de las profesiones; los elementos de un contrato social renovado y la entrega del aprendizaje permanente.
“Los participantes exploraron la idea de que en el mediano plazo, estos dos futuros se desarrollarán en paralelo y que el segundo podría dominar a largo plazo. Sin embargo, revelaron que solo el 5% de los trabajos se componen de tareas que se pueden automatizar al 100%”, informó a través de un comunicado la consultora de Recursos Humanos Adecco que participó del cónclave.
Barreras
Según los especialistas, existen tres barreras clave para la adopción de tecnología: barreras técnicas o «duras», como falta de infraestructura y barreras culturales, como falta de transparencia, comentarios limitados y bajos niveles de colaboración. A estas se le suma una resistencia general al cambio. De estas barreras, las culturales son las más importantes para superar, destacaron.
“A medida que cambia la naturaleza del trabajo y la fuerza laboral, las tensiones sociales cambiarán y se requerirán nuevos estilos de liderazgo. Al menos dos tercios de los candidatos a un trabajo quieren unirse a un equipo diverso. Esto significa que, para competir por el talento, los líderes deberán transformar sus organizaciones creando una auténtica cultura de diversidad e inclusión”, precisó Adecco.
¿Qué medidas se deben tomar para que el futuro del trabajo funcione para todos? Los participantes acordaron que el sector privado debe desempeñar un papel clave en la configuración del sistema educativo, ya sea asesorando a las escuelas sobre las habilidades que se necesitarán, o proporcionando programas de capacitación complementarios que puedan llenar las brechas entre habilidades y capacidades emergentes.
El futuro del trabajo requerirá que las empresas y los gobiernos creen soluciones que sean más flexibles, seguras y justas y que apoyen a las personas en todos los sectores a lo largo de su vida laboral, independientemente de cómo, dónde y cuándo eligen trabajar.
