Es imposible analizar el comercio electrónico en el país sin ver a MercadoLibre (ML) como engranaje central. Cada uno de nosotros busca primero una referencia de precio en ML cada vez que quiere comprar o vender algo, no importa si después lo usamos o no.
Una mezcla de timming de tiempo y lugar, con innovación (el día 11 pasado organizó un hackathon para programadores, en Córdoba, y tiene un centro de desarrollo en esta ciudad) y el objetivo de ampliar plataformas, lo han convertido en actor clave en el e-commerce. Un jugador de peso.
Es con ese peso específico que MercadoLibre ejerce presión con una medida tomada, al menos, de forma apresurada e intempestiva: bloquear toda operación de los cordobeses con otras provincias.
Porque la decisión de ML sige incumpliendo la resolución del Ministerio de Finanzas. Si el objetivo era acatarla, debería haber bloqueado todo comercio de los cordobeses a través de MercadoPago, independientemente de dónde estuviera la persona con la que comercie.
La disputa, que ayer explotó en las redes sociales, tiene varias aristas que no se pueden negar. MercadoLibre hace tiempo que no es una solución de punto a punto entre vendedor con comprador. Muchas empresas ponen su catálogo completo en la plataforma, lo que plantea una disparidad en Ingresos Brutos con la que no puede o no quiere hacerlo.
Por otro lado, lo masivo y vital que es el e-commerce en la actualidad, exigiendo nuevas competencias del Estado, no siempre preparado para las tecnologías y las nuevas formas de consumo y relaciones.
Viene de: Córdoba ratificó su resolución e investiga a Mercado Libre por evasión