Las ventas del sector registran bajas consecutivas desde 2015. Los fabricantes de bienes y servicios sufren el desplome de la actividad industrial. Los exportadores de software aprovechan el tipo de cambio. Y hay quienes migran gracias al letargo
Por Laura Pantoja – [email protected]
La actividad del sector electrónico e informático de Córdoba no pasa por el mejor momento, al igual que la mayoría de las industrias del país.
De acuerdo con la última encuesta sectorial realizada por la Cámara de Industrias Informáticas, Electrónicas y de Comunicaciones del Centro de Argentina (Ciiecca), el porcentaje de venta de productos disminuyó de 42% a 36% entre 2015 y 2017 y, aunque -como contraparte- la venta de servicios se incrementó de 42% a 46% en el mismo período, no fue suficiente para mantener la estabilidad.
Así, según el informe, en el año 2015 la facturación total fue de US$1.934.9802016; en 2016, de US$1.787.8922017, y en 2017, de US$1.669.652, lo que demuestra la baja consecutiva de la actividad.
“La actividad no es absolutamente homogénea pero en general ha caído en los últimos años y en particular en el año 2018, con un último semestre muy malo”, opinó Erardo Bozzano, uno de los referentes del sector, titular de Servelec y expresidente de Ciiecca.
Dentro del sector, el rubro dedicado a la producción y venta de equipamientos ha sido el más perjudicado por el fuerte achicamiento del mercado interno y el aumento de la presión impositiva y de los servicios -como energía, gas y combustibles-.
“El mercado interno se desplomó junto a la caída industrial, lo que golpea fuertemente al sector porque 90% de las empresas vive del mercado interno. No hay políticas de fortalecimiento de la industria nacional ni del mercado interno”, ejemplificó el actual presidente de Ciiecca, Joaquín Asselle, directivo de Pentacom, fabricante de terminales bancarias de autoservicio y otros equipamientos y servicios.
Por el contrario, el sector del software sufrió una caída menor, y en algunos casos -puntualmente para las empresas exportadoras- la actividad mejoró como producto de la devaluación, que causó un valor de hora de programación más competitivo.
Sin embargo, dentro de este sector informático se pueden identificar dos subsectores con curvas de actividad distintas. Por un lado están las empresas que venden productos enlatados, y por otro los desarrolladores que venden horas. “En el caso de las primeras, se enmarcan en la realidad nacional del parate, momento que aprovechan para poner sus sistemas en línea y prepararse para cuando despegue; y para las segundas es claro que viven una burbuja, con actividad a pleno, desempleo cero y hasta falta de recursos para encarar proyectos nuevos”, indicó Ricardo Ruival, del ala de software de Ciiecca, socio fundador de Geminus-Qhom. (Ver “Los bienaventurados…)
En este contexto, también es válido mencionar las empresas que por efectos de la caída industrial, deciden reinventarse de la mano de la tecnología.
Tal es el caso de Casa Capital, una empresa de diseño y fabricación de mobiliario -con siete años en el mercado cordobés- que hace dos años inició un proceso de incorporación de tecnología digital al mobiliario. (ver “La exigencia del…)
Del mismo modo, son casi 20% de las empresas representadas en Ciiecca las que están avanzando por un camino de reconversión en ese sentido, según indicó Ruival.
“Muchas firmas del sector hacen catarsis pero desde la macroeconomía no podemos cambiar nada, entonces como pymes, la alternativa es usar la tecnología para buscar la diferencia y aprovechar la globalidad que tiene como mercado al mundo”, amplió Ruival.
De acuerdo con la última encuesta de la entidad, son cien las empresas socias, que emplean en promedio 29 profesionales cada una.
En total, son 2.600 los puestos directos que genera la entidad entre sus socias, a los que se suman más de 1.500 de manera indirecta.
Peligro de extinción: reclaman incluir la industria local en licitaciones públicas e instan a un cambio de modelo
La industria electrónica nacional está en peligro porque no existen políticas globales de incentivo. “Desde el arranque nunca hubo fomento de la industria electrónica como sí lo hubo en el caso del software con la Ley de Promoción, y alejándonos del sector masivo de Tierra del Fuego, hay miles de empresas del rubro electrónico que son transversales, hay muchos nichos y capacidades de fabricación”, dijo Asselle.
Por ejemplo, dentro de la Ciiecca, casi cien empresas se dedican a la producción de bienes para la electromedicina, a equipamientos de energía, de telecomunicaciones y de Internet de las Cosas (IoT), entre otros.
Sucede que, a diferencia del software, cuyas políticas atañen a implementación y recursos humanos, la apuesta en el caso de la electrónica debe sostener inversiones duras, en planta y en equipamientos, hechos que no han sido considerados por el Gobierno.
Según Asselle, el sector está vulnerado por una mirada “sesgada”, sobre el supuesto de que “comprar afuera es más barato”.
“Si se compra localmente se fomenta el consumo interno, se aporta a los impuestos locales, al trabajo, al desarrollo industrial que implica futuro, todo depende de la mirada que se haga a largo plazo”, analizó.
El directivo comentó que ese tema fue planteado por caso a la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), con una compra particular, en la que se llegó a la conclusión de que los valores en el mercado local son los mismos que en China. “Pedimos que incluyan al mercado local en las licitaciones, porque eso permite que las empresas puedan desarrollarse”, añadió.Bienes en el centro de la escena
En ese sentido, Bozzano consideró que debe promoverse un cambio sustancial en el modelo.
“El desafío es volver a poner la producción de bienes y servicios en el centro de la atención del Gobierno. Está clarísimo que el sector financiero ha sido uno de los grandes ganadores de la administración de este Gobierno, también lo fueron las grandes compañías distribuidoras de los servicios de energía, combustible, gas, agua, pero acordemos que estas actividades no generan valor por si solas”.
Y amplió: “El campo fue un ganador del modelo con un crecimiento sostenido de su actividad, pero si se analizan los productos exportados se puede ver que se está primarizando esta actividad (más porotos y menos aceites), se produce y exporta más carne, estas actividades generan ingresos genuinos pero no alcanzan para mantener la mano de obra y mucho menos para incrementarla”.
Para finalizar, el directivo de Servelec afirmó: “Definitivamente hay que cambiar el modelo y generar trabajo genuino apoyando a las pymes industriales que generan más de 75% de la mano de obra registrada en Argentina”.Para más información ver : https://comercioyjusticia.info/blog/negocios/la-exigencia-del…o-de-reinvencion/