No llegó la notificación, pero vale el autodespido

Si bien la patronal se defendió argumentando no haber recibido la comunicación del distracto, el TSJ cordobés tuvo en cuenta la inconducta manifestada en el juicio. Por mayoría, no aplican multa de la Ley de Empleo [privado] La Sala Laboral del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) anuló una sentencia que había rechazado un despido indirecto porque los demandados no recibieron la comunicación de la ruptura. El TSJ, por unanimidad, hizo lugar al recurso de casación planteado por el accionante, ordenado el pago de las indemnizaciones de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), ya que no se modificó la conducta de la patronal; esto es, ésta mantuvo la negativa del vínculo laboral clandestino que mantenía con el trabajador. Sin embargo, el Alto Cuerpo rechazó por mayoría aplicar la multa prevista en el artículo 15 de la Ley de Empleo 24013. En el caso, el impugnante se agravió de la conclusión del a quo, que rechazó las indemnizaciones emergentes del despido porque consideró que el actor no adoptó la medida formal de rescindir el contrato, al sostener que el demandante, Rubén Darío Salguero, acreditó que remitió una primera comunicación con diversos emplazamientos y cumpliendo cabalmente el artículo 243 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), al domicilio laboral, la que fue entregada a sus destinatarios. Y que luego, ante la falta de respuesta, notificó el distracto mediante pieza postal a la misma dirección, la que no fue recibida. El tribunal integrado por los vocales Mercedes Blanc de Arabel, Domingo Juan Sesin y Luis Enrique Rubio -autor del voto- indicó que de las constancias de la causa surgía que el actor intimó por diversos requerimientos -al domicilio laboral-, bajo apercibimiento de colocarse en situación de despido. Posteriormente, lo hizo efectivo, aunque la comunicación no fue diligenciada. “Esta última circunstancia carece de la relevancia asignada por el a quo, frente al silencio de la intimación a cumplir y a la posterior negativa de la relación laboral”, afirmó el TSJ. En ese sentido, en el fallo se sostuvo que la “clandestinidad” del vínculo que unió a las partes, constituyó injuria suficiente que autorizaba la decisión del trabajador. Por lo expuesto anuló el pronunciamiento y al entrar al fondo del asunto, resolvió que debía acogerse la demanda por los rubros derivados del despido, disponiéndose la condena en función de los Arts. 245, 232 y 233 LCT. Discrepancia Sin embargo, el Máximo Tribunal provincial tuvo voto dividido en cuanto a la procedencia de las indemnizaciones derivadas de la Ley de Empleo. La mayoría integrada por los vocales Rubio y Sesin consideró que, en cuanto a la pretensión sustentada en el Art. 15 de la Ley Nacional de Empleo, surgía de la comunicación epistolar que el actor interpeló solicitando diferencias salariales, así como que le suscribieran la documentación laboral y se registraran las reales remuneraciones que debió percibir. De ello, los jueces infirieron: “La situación que generó la injuria preexistió al tiempo de efectuar la intimación en los términos de la ley N° 24013”, por lo que concluyeron que la presunción del artículo 15 ib., debía desplazarse porque no se evidenció vinculación directa entre el pedido de registración y la medida extintiva. En tanto, y sobre este punto en particular, la minoría integrada por la vocal Blanc de Arabel opinó que la ley es “clara” en cuanto a los requisitos para su procedencia y destacó: “Ellos son únicamente el pedido de registración de modo justificado y aún vigente el contrato laboral” entendiendo que la simultaneidad de ese requerimiento con otros acontecimientos propios de la vinculación -diferencia salariales, suscripción de documentación, etcétera- no impedía a la aplicación de la sanción. Autos: "SALGUERO RUBÉN DARÍO C/ CADENAS FABIO JERÓNIMO Y OTRO – ORDINARIO - DESPIDO" RECURSO DE CASACIÓN 3143607 [/privado]

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