Lucro cesante a taxista con base en el sueldo mercantil

El rubro requerido con motivo de un accidente de tránsito fue calculado tomando en cuenta lo que percibe un vendedor B en la actividad comercial y se proporcionó por los días que el demandante no pudo utilizar su vehículo, afectado por el siniestro. [privado] Si bien en primera instancia, por considerar insuficiente la prueba aportada al respecto, se rechazó el rubro lucro cesante reclamado por el taxista damnificado por el accidente, la Cámara 2ª Civil, Comercial, Familia y Contencioso-administrativo de Río Cuarto revocó tal decisión y dispuso que dicho concepto sea calculado según el salario de un empleado de comercio, vendedor B, proporcional a los días en que el vehículo del trabajador del volante no pudo ser utilizado por culpa del siniestro, luego de establecer que “un taxista no puede considerarse que mensualmente gane menos que dicha cantidad”. El juzgado de origen desestimó dicho concepto por falta de prueba del quantum indemnizatorio, es decir, porque el accionante no diligenció probanza alguna que acreditara cuál fue la ganancia dejada de percibir con motivo de inmovilización del taxi durante el tiempo en que permaneció en el taller a efectos de la reparación de los daños que le causó el infortunio. El demandante apeló y la mencionada Cámara, integrada por Horacio Taddei -autor del voto- y Daniel Gaspar Mola, hizo lugar al recurso interpuesto y ordenó que el lucro cesante del taxista sea computado conforme el sueldo de un vendedor B, del convenio colectivo de trabajo del gremio mercantil Nº 130/75. En sus fundamentos, el órgano de alzada determinó que “no resulta ajustado que se desestime el rubro por falta de demostración de cuáles eran los ingresos mensuales o diarios de los que se vieron privados los actores con motivo de la privación de su uso (….) desde que, conforme a lo que resolvió este tribunal de alzada en un caso de similares características a las del presente (…), debió tomarse en cuenta como parámetro o pauta referencial (…) el sueldo de convenio colectivo de trabajo perteneciente a los empleados de comercio (categoría vendedor B)”. Perfil Al respecto, el pronunciamiento predicó que dicha pauta resulta razonable “teniendo en cuenta el perfil de una ciudad como Río Cuarto, fundamentalmente comercial, agropecuaria y de servicios (a guisa de salario mínimo 'real')”, y de esta manera fijó en 16 mil pesos el rubro en cuestión, por los 30 días en que el taxi estuvo en el taller. En otro aspecto, la Cámara también anuló el rechazo dispuesto en el fallo apelado en relación con el rubro daño emergente, y resolvió que por tal concepto se indemnice al accionante con 3.700 pesos, equivalentes a la mitad del presupuesto de taller que, si bien acompañaron el proceso, no fue reconocido mediante el testimonio de los talleristas por no haber sido recabada al declaración de éstos. En tal sentido, el decisorio tuvo en consideración que mediante las fotografías incorporadas al pleito y las constancias policiales surgía que los daños efectivamente se produjeron, por lo que estimó que en tales condiciones la resolución dictada en primera instancia “aparece como no arreglada a derecho, y, en definitiva, como injusta”. Por tanto, el tribunal de apelación resolvió que, “con la aspiración de evitar la negación de un derecho subjetivo, siendo que la télesis de un proceso se orienta a servir de instrumento para la satisfacción de ellos consagrados en la ley de fondo, reputo, a la luz del principio de equidad y con un criterio de justicia distributiva, que valiéndome de las facultades discrecionales que razonablemente dispone un juzgador en estos casos, es posible de algún modo en el presente (utilizando elementos presuncionales y el sistema de la carga probatoria dinámica) conceder en definitiva una indemnización a la parte actora por los aludidos daños padecidos en el rodado que conducía al tiempo del accidente, haciendo una estimación de su cuantía, aunque, claro está, bajo estrictos y limitados términos guiados por la prudencia y razonabilidad, en función, precisamente, de dicha orfandad probatoria”. AUTOS: “GIACOBBE, JOSÉ ALCIDE Y OTROS c/ SUELDO ASPITIA, ALBERTO DANTE - ORDINARIO” (Expdte. Nro. 406882)ORDINARIO” (Expediente Nro. 542149)

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