Admiten como prueba una captura de WhatsApp

Las probanzas ofrecidas, obtenidas a través de teléfono celular, fueron aceptadas para que la jueza de Conciliación dicte la sentencia que resuelva el caso [privado] Al advertir la licitud de los medios probatorios ofrecidos por la parte actora en el juicio que mantiene con Be There Argentina SA, consistentes en capturas de WhatsApp obtenidas de su propio teléfono celular y la perica informática sobre el mismo a los fines que determina el titular de la línea telefónica, el Juzgado de Conciliación de 2ª Nominación de Córdoba rechazó el recurso de reposición de la demandada confirmando la admisión de dicha prueba como también la reproducción de conversaciones telefónicas para ser oídas por el tribunal de sentencia definitiva (Sala de la Cámara del Trabajo), que será la que valore si tal prueba es improcedente. La actora ofreció como prueba un sobre cerrado con un compact disc que contiene grabación de conversación mantenida entre la actora y quienes fueran sus superiores, Mariano José Aguirre Littvik y María Paola Fenoglio y, por otro, copia de captura de pantalla con comunicación electrónica de WhatsApp mantenida entre la actora y la María Paola Fenoglio, extraída de teléfono celular de la primera. Luego, como prueba derivada de la anterior, requiere, prueba pericial informática a practicarse sobre el celular de la accionante e informativa dirigida a la prestataria del servicio contratado por la tercera ajena al pleito, Fenoglio, con el objeto de validar la captación de los mensajes aludidos anteriormente, para finalmente solicitar, al punto II, designado “Medios Técnicos Auxiliares”, en su segundo párrafo, la reproducción por ante el Tribunal de Mérito de esos datos probatorios. Toda esta prueba al ser admitida por el juzgado de conciliación fue impugnada por la parte demandada. Impresión La titular del juzgado Sofía Andrea Keselman Procupez al analizar la reposición señaló que “no cabe duda” de que la impresión acompañada como prueba documental, que contennía la captura de una comunicación electrónica efectuada por vía del servicio de mensajería WhatsApp era correspondencia a tenor de lo prescripto por el art. 318 del Código Civil y Comercial de la Nación, infiriendo: “es posible así establecer como regla que la correspondencia puede ser llevada como prueba a juicio a condición de que haya sido ‘legalmente’ obtenida por quien lo presenta, y que la misma no sea de carácter confidencial, en cuyo caso se requiere el consentimiento del remitente”. Precisando que en el caso, los mensajes habían sido ofrecidos por la actora que es remitente de alguno de ellos y destinataria de otros, y surgían de una captura efectuada en su propio aparato de telefonía móvil, con lo que la legalidad en su obtención aparecía “indiscutible”. Pericial Sobre la pericial informática, sostuvo la jueza que ella no era prueba prohibida ya que no avizoraba riesgo de que en su producción se afectaran derechos de terceros. “Repárese que, conforme el ofrecimiento respectivo, la indagación debe practicarse sobre el celular de la accionante”, afirmó. Y agregó que debía mantenerse el proveído al tener presente el pedido formulado al Tribunal de sentencia de que se arbitraran los medios tecnológicos necesarios para reproducir los archivos guardados en el celular de la actora que fuera ofrecida como prueba documental. Al respecto, la magistrada aclaró que el requerimiento se restringía a la información sobre el titular de determinada línea telefónica y no al contenido de las comunicaciones realizadas. Documento Continuó refiriéndose a la grabación de video señalando que la consideraba un documento, en el sentido de “elemento material representativo” de un hecho, refiriendo que el recurrente afirmaba que dicha documental era ilícita proque fue obtenida furtivamente. Afirmaba que representaba una traición en la confianza depositada en la actora, extremos que, para la jueza, no podían ser discernidos en ocasión de verificar la admisibilidad de la prueba sino a la hora de su valoración en la sentencia final. Esto porque para la magistrada la ilicitud no aparecía “patente” cuando el que aportaba la grabación era el propio interlocutor del diálogo grabado y esgrimido en el proceso en su propio beneficio. En ese sentido precisó la magistrada que la solución adoptada se compadecía con el modo en que la prueba fue propuesta, “toda vez que no se requirió la reproducción de la grabación en esta instancia, sino en la de la vista de causa, lo que sólo se tuvo presente”. Autos: SZILAGYI CAZZULANI, MARIA ANGELES C/ BE THERE ARGENTINA S.A. Y OTRO ORDINARIO - DESPIDO, Expte.N° 3350238 [/privado]

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