ESCUCHAREl ex presidente de Brasil y líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva quedó en el umbral de la detención para cumplir una pena de 12 años y un mes de cárcel, luego de que se confirmó en el Supremo Tribunal Federal (STF) una tendencia a rechazar un hábeas corpus que le garantice la libertad.
Pasadas seis horas de sesión, el STF reunió cuatro votos contra uno a favor de rechazar el recurso de Lula, cuando restaban votar seis ministros de la máxima instancia judicial de Brasil.
El voto clave fue el de la ministra Rosa Weber, quien le dio lo que parece ser el golpe de gracia a las pretensiones de Lula, con un argumento contradictorio: dijo que votaba contra el hábeas corpus para respetar la jurisprudencia abierta por la corte en 2016, que ella rechazó en su momento.
Empero, aclaró que personalmente no estaba de acuerdo, lo cual le valió el reproche de su colega Marco Aurélio Mello: «Esto va a los anales del Supremo».
Lo que estaba en juego es si en Brasil un condenado en dos instancias -como Lula- puede ser detenido, como lo resolvió la Corte en 2016, o debe esperar a todas las instancias, como marca la Constitución.
Después del voto de Weber, manifestantes del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y movimientos sociales levantaron sus actos frente al Congreso Nacional, en Brasília.
La decepción también abarcó el ímpetu militante que había en el Sindicato de Metalúrgicos de São Bernardo do Campo (São Paulo).
Weber siguió la línea del instructor del caso, Edson Fachin, y los votos de sus colegas Luis Barroso y Alexandre de Moraes, de que la prisión en segunda instancia es posible y no hiere la Constitución.
Fachin, Weber y Barroso fueron tres jueces nombrados por la entonces presidenta Dilma Rousseff, del PT, quien acompañó a Lula en el mencionado sindicato, en el Gran São Paulo, donde forjó su carrera sindical y política.
En la ciudad de São Paulo, cerca de la avenida Paulista, la zona más rica de la urbe, se escucharon bocinazos, y grupos derechistas como Vem para Rua y Movimiento Brasil Libre pidieron celebrar el voto de Weber, que cambió la tendencia del voto. Aún restaba un suspiro de negociación dentro del tribunal para evitar la prisión de Lula: fue lanzada la idea de que un juez pidiera un cuarto intermedio sin plazo hasta que se trate un pedido de inconstitucionalidad de la prisión en segunda instancia, que espera ser tratada en la Corte.
El debate judicial acapara toda la atención del país, ya que el líder opositor es el candidato favorito para las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre y la posibilidad de su detención y encarcelamiento abre un escenario incierto de cara a esos comicios, más después de ambiguas declaraciones de líderes militares (retirados).
