ESCUCHARAsí lo indicó un nuevo informe de la Universidad de Belgrano, al evaluar los desafíos a los que se enfrentará el Presidente electo. Expectativa en el arco sindical por el plenario del viernes
En el marco de duras controversias que se están registrando esta semana con vistas al traspaso presidencial que se efectuará el 10 de diciembre, un informe académico destacó la importancia de que el acuerdo entre precios y salarios que impulsará Alberto Fernández también se encuentre alineado con una política monetaria, cambiaria y fiscal coherente.
Las observaciones fueron realizadas por el director del Centro de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, Víctor Beker, quien aseguró en un comunicado que actualmente “Argentina tienen una de las inflaciones más altas en el mundo, en el orden de 60% anual” y que en este sentido “el Presidente electo anunció la puesta en marcha de un acuerdo de precios y salarios, que apuntaría a romper con la inercia inflacionaria, al estipular pautas de aumentos de precios y salarios para un período futuro, divorciadas de la inflación pasada”.
No obstante, el académico aseguró que esta iniciativa debería acompañarse de “una política monetaria, fiscal y cambiaria alineada con las pautas acordadas”, ya que “de nada valdría estipular, por ejemplo, aumentos anuales de 10% en precios y de 12% en salarios, si el tipo de cambio crece 20%, las tarifas suben 30% y la oferta monetaria se incrementa 40%”.
Además, Beker indicó que para lograr una recuperación de la economía resulta central una “baja drástica” de las tasas de interés, también “a niveles compatibles con las pautas acordadas para precios y salarios”. Fundamentalmente esto requeriría el desarme de las Letras de Liquidez (Leliq) “pero evitando generar un exceso de oferta monetaria que ponga en riesgo las pautas inflacionarias acordadas”.
Otro tema fundamental para el economista es la disminución de la pobreza, sobre lo cual aseguró que “dependerá en buena medida del éxito que se logre en abatir la estanflación, estabilizando los precios y generando aumentos en la producción y el empleo”.
Con relación a la deuda pública, otra cuestión con amplia gravitación, el director del CENE explicó que -desde su perspectiva- la reestructuración “debe posibilitar que los pagos anuales sean compatibles con el superávit primario y con el superávit de cuenta corriente”, y que “una vez determinada la capacidad de pago anual del país, la renegociación con los acreedores se basa en el uso de tres instrumentos: alargue de los plazos de pago, baja de la tasa de interés y quita en el valor nominal de la deuda”.
Semana agitada
Mientras tanto, a poco más de un mes para que Alberto Fernández asuma oficialmente en su cargo, esta semana comenzó con duras controversias respecto de la “herencia económica” que recibirá la nueva administración nacional.
Los intercambios iniciaron luego de que este lunes el todavía presidente Mauricio Macri, realizó una reunión de gabinete ampliado en el Centro Cultural Kirchner de Buenos Aires donde aseguró su continuidad en el terreno político. La discusión, que preponderantemente se registró a través de declaraciones en redes y a la prensa, también tuvo lugar en el marco de la gira que Fernández se encuentra desarrollando en México, donde estableció importantes encuentros con su futuro par Andrés Manuel López Obrador, con empresarios de ese país y con el mundo académico.
En este sentido, se destacaron las afirmaciones del futuro jefe de Estado, quien indicó en una declaración a la prensa que fue replicada en su cuenta de Twitter: «Tenemos que entender lo que han hecho en el gobierno de Macri. Aunque queden 10 minutos de gobierno, tienen que parar con la mentira. La crisis de deuda que hoy tenemos hace cuatro años no existía y es producto de la gran inoperancia del gobierno».
Estas afirmaciones fueron en respuesta a la difusión de un documento que trascendió en los medios nacionales de origen oficial donde se establecieron “ocho puntos sobre la economía” que deja la administración de Cambiemos a la nueva conducción. El informe, que fue atribuido a la Jefatura de Gabinete que conduce Marcos Peña y al Ministerio de Hacienda, a cargo de Hernán Lacunza, asegura que el país “está listo para crecer” y que ya “pudieron revertir la herencia de 2015”.
En el mismo sentido, se expresó ayer el el ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Alejandro Finocchiaro, quien indicó no tener “ninguna duda de que el país que dejamos es mucho mejor que el que recibimos en 2015″.
En tanto, Fernández tuiteó desde México: “Me reuní con Carlos Slim y otros empresarios mexicanos que tienen inversiones en Argentina. Les anticipé la situación crítica que deja el macrismo y nuestra decisión de revertir ese cuadro. Todos me expresaron su confianza y su compromiso de seguir invirtiendo en el país”.
Finalmente, también se conoció estos días la expectativa del arco sindical por la participación del Presidente Electo este viernes en el plenario de la CGT. En este sentido, el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, resaltó ayer la «predisposición» de los sindicalistas a «escuchar las propuestas» del próximo mandatario nacional. «Esperamos ver si logramos un buen comienzo a fin de apuntalar la creación de trabajo y poner en marcha la economía», afirmó y sostuvo que «lo que se viene será una tarea muy complicada» por lo que recomendó a los dirigentes que guarden «las ambiciones personales en casa».
