Caja: déficit será de sólo $200 millones pero en 2016 se disparará y crecerá sin pausa

El rojo representa apenas 1% de los egresos totales. No obstante, cuando se elimine el diferimiento, el quebranto superará $3 mil millones. En tanto, desde 2016 habrá un aumento constante del déficit producto del envejecimiento demográfico y la caída en la relación activos/pasivos, neutralizado ya el “período de gracia” que significó la suba de la edad jubilatoria en 2002 y los retiros anticipados. [privado] La Caja de Jubilaciones de la Provincia cerrará el año con un déficit de apenas $200 millones, uno por ciento del total de egresos previstos. Se trata del rojo más bajo en décadas, según confirmó Laura García, responsable del área de Estudios y Proyectos del organismo. La disminución del quebranto fue producto principalmente de la aplicación del diferimiento previsional establecido por la ley 10078. No obstante, si no se hubiese aplicado ese ajuste, el déficit de la Caja hubiera alcanzado $3.100 millones. En tanto, desde el año próximo, el rojo previsional de Córdoba crecerá de manera contundente en primera instancia y luego en forma constante hasta alcanzar $21.954 millones en 2050, monto estimado a valores constantes de 2014. Esa cifra representará 3,9% del Producto Bruto Geográfico (PGB) proyectado para esa fecha y, paralelamente, implicará pasar de un déficit de 1% del total de egresos a 46% en el año 2050. Esos datos aparecen reflejados en la Proyección Actuarial 2014-2050, elaborada por profesionales contratados, presentada ayer por Matías Belliard, de la Universidad de San Martín. Efectivamente, según se indicó, desde 2016 habrá un crecimiento contundente del rojo luego de la salida del diferimiento. No obstante, desde entonces y de manera constante año tras año, se producirá un incremento del déficit producto principalmente del envejecimiento poblacional, que llevará a que la relación activo-pasivo, que hoy es de 1,96 aportantes por cada beneficiario, pasará a 1,32 en 2050. El impacto del envejecimiento poblacional, que en rigor no es nuevo, tendrá sin embargo efecto concreto desde el año próximo, toda vez que queda definitivamente sin efecto el cambio de la edad jubilatoria aplicado en 2002, que elevó a 60 y 65 años el rango para tramitar un haber previsional para mujeres y hombres, respectivamente. Si bien ese efecto debería haberse sentido desde 2008, como la Provincia habilitó previamente un régimen de retiro anticipado en la Administración pública, que tuvo entonces alta adhesión, los activos en edad de jubilarse desde 2008 a la fecha fueron muy pocos respecto a los que desde ahora comenzarán a gestionar el beneficio, quienes entonces no habían adherido a la anticipada por no contar con la edad exigida. El estudio actuarial presentado da resultados concretos en materia de trayectorias de aportantes y beneficiarios y de ingreso y gasto previsional. Según los resultados obtenidos, se espera que los beneficiarios provinciales continuarán teniendo una de las tasas de sustitución (ingresos de los pasivos respecto a los activos) más importantes entre los diversos regímenes previsionales que funcionan en el país. Parelamente, el desequilibrio entre ingresos y egresos previsionales tenderá a aumentar “a menos que se realicen transformaciones oportunas que permitan enfrentar los desafíos vigentes y futuros”, señala el informe. En este sentido, resulta clave el envejecimiento poblacional esperado como elemento de mediano-largo plazos. El trabajo se realizó considerando una serie de variables macro que se proyectaron, tales como crecimiento del PGB y tasa de inflación y también otros elementos claves, como el incremento de aportantes, esto es la tasa de crecimiento del empleo público que, según el documento, sería levemente superior al crecimiento vegetativo de la población. El trabajo se concretó asimismo suponiendo que se mantendrá la edad jubilatoria actual y que los aportes y contribuciones seguirán en los mismos porcentajes que los vigentes. También con los parámetros de cálculo del haber inicial. Respecto al envejecimiento poblacional, en el caso de las mujeres se estima que pasará de 19,3 a 27,8 años de sobrevida desde la base de 60 años de edad jubilatoria, mientras que para los hombres se extenderá de los actuales 15,5 a 23,8 años. De esta forma, las mensualidades a pagar se incrementarán 45% en el caso de las mujeres (de 231 a 334) y 53% para los hombres (de 186 a 285). Esa situación, que afectará la relación activo/pasivo y una tasa de sustitución creciente, derivará en serios problemas para el financiamiento futuro. Concretamente, hoy los recursos genuinos (contribuciones previsionales) logran cubrir 95% de las erogaciones. Se espera que en 2050 el financiamiento genuino disminuya a 54% del gasto previsional. Esto implica, como ejercicio hipotético, que la alícuota previsional debería aumentar en 30 puntos porcentuales (pasando del 40% actual a 70% del ingreso imponible) para poder financiar el mismo nivel de beneficios previsionales, reflejando así la magnitud de los desafíos a los que se enfrentará la Caja, según los supuestos adoptados y manteniendo constantes los parámetros del sistema. En cuanto a cada uno de los sectores, hoy hay áreas superavitarias, entre ellas docentes, municipales, salud y Poder Judicial. En 2050 todos serán deficitarios. “El estudio apunta a contar con un insumo clave para poder abordar la situación con las diferentes herramientas disponibles”, aseguró el titular de la Caja, Osvaldo Giordano. Por lo demás, el futuro ministro de Finanzas de la Provincia evitó avanzar en otras apreciaciones respecto al rojo previsional y a la salida del diferimiento. Déficit estructural Por otyra parte, ayer también se presentaron datos respecto al déficit 2015 y una estimación del déficit estructural, una suerte de “costo Córdoba” en materia previsional. Concretamente, este año la Caja contó con recursos por $18.448 millones. Esto se forma por: $11.904 millones generados por aportes y contribuciones de los agentes activos conforme las alícuotas previstas en la legislación nacional; $706 millones por otros ingresos; $3.160 millones por aportes adicionales de los agentes activos por las mayores alícuotas previstas en la legislación provincial respecto de la nacional; $2.471 millones por contribuciones adicionales de la Provincia por las mayores alícuotas previstas en la legislación provincial respecto de la nacional; y $207 millones por transferencias del Tesoro provincial para cubrir el déficit de Caja. En tanto, los gastos totales serían de unos $21.345 millones: $17.946 millones por pago de jubilaciones y pensiones; $502 millones por otros egresos; y $2.876 millones por erogaciones evitadas debido a la aplicación de la ley 10078. La desagregación permite estimar el “desequilibrio estructural” del sistema, calculado como la diferencia entre los aportes y contribuciones que se hubiesen recaudado aplicando las alícuotas que rigen en la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) más otros ingresos y el gasto en jubilaciones y pensiones sin aplicación del diferimiento, más otros egresos. De esta manera, el desequilibrio llega a poco más de $8.700 millones. Para cubrir ese rojo, los jubilados y pensionados aportaron $2.876 millones por cobrar con diferimiento, los empleados públicos sumaron otros $3.160 millones por pagar un aporte personal mayor que el que aplica la Anses. En tanto, el Tesoro aportó $2.678 millones por mayores contribuciones patronales y transferencias para cubrir el déficit. [/privado]

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