El intendente del Parque Nacional Los Alerces, Danilo Hernández Otaño, aseguró que el incendio ya tiene una extensión de más de 2.000 hectáreas, tanto en el lugar (70 por ciento) como como en jurisdicción de la provincia de Chubut (30 por ciento).
El funcionario precisó que trabajan alrededor de 200 combatientes con herramientas manuales y líneas de agua para intentar controlar el fuego, que está activo desde hace una semana y se está propagando.
Hernández Otaño detalló que el incendio tiene dos flancos, derecho e izquierdo, y un desarrollo longitudinal que ya supera los ocho kilómetros.
En tanto, indicó que el frente de avance es variable según la geografía, entre 800 y 1.200 metros.
Informó además que hay dos aviones hidrantes y tres helicópteros con helibalde en la zona y que se cuenta con la operación de un avión de observación y un equipo de drones para monitorear el comportamiento del fuego.
De acuerdo con el último parte emitido por Parques Nacionales, se desplegará una mayor cantidad de personal para el operativo de combate del incendio.
Actualmente trabajan en colaboración para controlar el fuego agente del Parque Nacional Los Alerces, de otros parques nacionales de la Administración de Parques Nacionales, brigadas combatientes del Servicio Provincial de Manejo del Fuego de la provincia de Chubut y del Servicio Nacional de Manejo de Fuego, además de bomberos voluntarios de Esquel y de Trevelin.
Por lo pronto, la meteorología no es favorable para controlar el incendio.
“Es un momento de índice de peligro de incendios extremo”, reportó Hernández Otaño, y agregó que “el combustible constituido por la vegetación que está en la zona del incendio tiene un muy bajo contenido de humedad por la alta temperatura por la baja humedad atmosférica y la cantidad de días sin precipitaciones que ya llevan aproximadamente dos meses”.
En cuanto a las causas del incendio, el intendente aseguró que es intencional. “Se inició en dos focos que tuvieron lugar simultáneamente, lo que hizo prácticamente imposible controlarlo rápidamente”, explicó, y sumó que se unieron “en un frente muy difícil de controlar en horas de la noche”.
Además de quemar bosque nativo, las llamas afectaron a especies como ñire, laura, caña cohiue y lenga, que adquieren su corte máximo entre 80 y 150 años. “Ninguna persona que esté viva hoy en este planeta va a ver este bosque en el estado que estaba hace una semana”, subrayó.