Los focos de incendios forestales en las serranías de Córdoba, que ayer arrasaron unas 80 cabañas en los alrededores de Potrero de Garay y obligaron a evacuar a varias familias, no presentan fuego en el perímetro, según el informe de la Dirección de Defensa Civil.
“Se trabajó intensamente toda la noche asegurando el perímetro, ahora se realizan tareas de enfriamiento para evitar reinicios”, destacó el titular del Plan Provincial de Manejo del Fuego, Marcelo Taboada.
Con el arribo de aeronaves enviadas por la Nación, son seis aviones hidrantes, un avión vigía y tres helicópteros los que dan soporte desde el aire a los bomberos que trabajan en el terreno.
Los trabajos se centraban hoy en el valle de Calamuchita y Paravachasca, mientras las autoridades alertaron que aún se aguarda la posibilidad de la rotación del viento al sector sur, que estaba previsto para cerca del mediodía, con ráfagas de 40 y 50 kilómetros, “lo que podría complicar la situación”.
Mientras continúan los cortes en las rutas S 495, entre Villa Ciudad de América y Potrero de Garay; S 271, Km 65, en el límite de los departamentos Santa María y Calamuchita, S 271 y E 96 en Rotonda de los Cinco Valles y la S 271 en la Rotonda del Gaucho Urbano.
El fuego comenzó en la mañana de ayer en la zona de Inti Yaco y como consecuencia del viendo se fue extendiendo hacia la localidad de Potrero de Garay y San Clemente.
Desde el municipio de Potrero de Garay informaron que el fuego arrasó con medio centenar de cabañas, en su mayoría de maderas y de fin de semana, de un complejo privado, y al menos otras 30 dispersas en una zona de mucha vegetación.
Aviones hidrantes y helicópteros, de la provincia y enviados por el Gobierno nacional, son parte del operativo de combate, aunque condicionado su tarea al comportamiento climático: “La rotación del viento sur es lo que más nos preocupa para llevar adelante nuestro trabajo”, sostuvo el director de Defensa Civil, Diego Concha.
En la tarde de ayer, cuando el fuego había alcanzado su mayor intensidad, hubo que evacuar preventivamente a un centenar de habitantes de Athos Pampa, Inti Yaco, Potrero de Garay y San Clemente, quienes fueron regresando progresivamente a sus viviendas.