Este tipo de consumo en Argentina se ubica por debajo del promedio internacional. El cambio de hábito hacia un consumo con más conciencia es aún incipiente en la región.
Más de la mitad de los argentinos eligió productos social y ambientalmente responsables alguna vez. No obstante, todavía queda camino por recorrer para instalar al consumo responsable como hábito arraigado en la sociedad.
En este sentido, sólo dos de cada 10 argentinos eligen estos productos siempre o casi siempre, mientras que tres de cada 10 lo hacen algunas veces y la misma proporción nunca considera estos atributos a la hora de elegir sus productos.
Los datos anteriores surgen de una nueva edición del “Monitor de Responsabilidad Social Empresaria” que realiza todos los años TNS Gallup. Esta encuesta, que se realiza desde hace una década, tiene por finalidad conocer la opinión de los argentinos sobre distintos asuntos vinculados con la RSE y al rol de las empresas en la sociedad. El estudio se realizó mediante mil entrevistas domiciliarias y es representativo de la población adulta argentina. Cuenta, además, con datos internacionales.
Entre las principales conclusiones, se destacan las siguientes: al analizar los resultados a escala internacional, vemos que el comportamiento de los argentinos es similar al de otros países de la región. Perú y Chile se encuentran incluso más abajo que Argentina en el ranking de consumo responsable; de este análisis se desprende que el cambio de hábitos hacia un consumo con más conciencia es aún incipiente en la región.
Ángeles Arano, responsable de Opinión Pública de TNS señaló: “Si bien más de la mitad de los argentinos eligió productos socialmente responsables alguna vez, el desafío está en transformar al consumo responsable en un hábito arraigado a la sociedad”.
En el país
En el marco de la décima edición del Monitor de RSE, TNS Gallup indagó sobre las actitudes de los argentinos frente al consumo responsable. Al preguntar a los encuestados si tienden a elegir productos social y ambientalmente responsables por sobre productos convencionales, seis de cada 10 declaran hacerlo con alguna frecuencia. Sin embargo, sólo 24 por ciento de los encuestados dice hacerlo siempre o casi siempre y 33 por ciento afirma que lo hace algunas veces, mientras que 30 por ciento declara que estos atributos no influyen a la hora de elegir productos.
Más aún, al analizar los resultados de los consumidores por segmentos, se observa que entre quienes consumen productos responsables siempre o casi siempre se destacan los universitarios (33 por ciento vs. 21 por ciento de los primarios), las clases medias (28 por ciento vs. 23 por ciento de las bajas y 18 por ciento de las altas) y los residentes del Gran Buenos Aires (33 por ciento) y Capital Federal (30 por ciento) por sobre los del interior del país (21 por ciento).
En el mundo
Argentina se ubica por debajo del promedio internacional de consumidores responsables. Mientras que dos de cada 10 argentinos (24 por ciento) eligen productos responsables siempre o casi siempre, el promedio mundial asciende a más de tres de cada 10 (35 por ciento). Casi la mitad de los entrevistados a nivel global (45 por ciento) declara haber comprado este tipo de productos alguna vez, mientras que en Argentina el porcentaje decrece a 33 por ciento. En cuanto a aquellos que no consumen estos productos, la diferencia entre Argentina y el mundo es notable: tres de cada 10 argentinos declaran no comprar nunca productos social y ambientalmente responsables, mientras que en el resto de los países relevados sólo uno de cada 10 declara lo mismo.
Al analizar los resultados por país, vemos que existen diferentes niveles de compromiso con el consumo responsable. Entre aquellos que eligen productos social y ambientalmente responsables se destacan Grecia y Canadá, seguidos por Francia y Australia.
Particularemente, el comportamiento de los argentinos está alineado al de otros latinoamericanos. Argentina, Perú y Brasil, junto con España, se encuentran en los últimos lugares del ranking respecto a su frecuencia de compra de productos responsables. De este análisis se desprende que el consumo responsable en la región es aún incipiente.
Teniendo en cuenta los datos anteriores, el informe concluye que en Argentina el hábito de consumir responsablemente todavía no está arraigado en la población. El desafío es lograr que el consumo responsable se instale en la sociedad; para lograrlo, es esencial comunicar sobre las iniciativas de RSE, informar sobre qué implica un producto socialmente responsable y educar sobre el impacto positivo de consumir estos productos, no sólo para la sociedad sino también para el consumidor.