Un método simple y efectivo para el pensamiento. Una estructura simple para centrar el pensamiento y convertirlo en una tarea deliberada.
Así podría caracterizarse este proceso creado por Edward de Bono para enfrentar distintas situaciones del pensamiento: resolver problemas, llevar a cabo una tarea, alcanzar un sueño, inventar algo, realizar un diseño, mejorar en una dirección definida, negociar, conseguir información, emprender planes, elegir entre alternativas, tomar una decisión, juzgar algo, enfrentar el cambio, etcétera.
Las etapas del proceso son (y una muy breve descripción de cada una):
TO (“a” o “hacia”): ¿A dónde quiero ir?
Definimos muy claramente lo que queremos hacer. No basta con tener sólo una idea vaga y general de la finalidad del pensamiento. Hay que definirla con precisión.
¿Cuál es el propósito de mi pensamiento?
¿Qué espero alcanzar con mi pensamiento?
¿En qué estoy pensando?
¿Cuál debe ser el producto final?
Podemos definir el propósito y redefinirlo, adoptar definiciones más reducidas y más amplias, definiciones alternativas, desglosarlo en propósitos más pequeños.
Diferentes definiciones significan diferentes enfoques y pueden sugerirnos diferentes soluciones.
Por ejemplo, mi vecino pone la música demasiado alta durante la noche. Algunas formas de definir el propósito de nuestro pensamiento:
¿Qué puedo hacer para que baje la música?
¿Cómo puedo hacer que ponga la música que me gusta?
¿Cómo puedo evitar oír la música?
¿Qué puedo hacer para no enojarme?
Cada enfoque puede sugerir diferentes soluciones:
Llamar a la policía.
Regalarle un CD que me guste.
Ponerme tapones en los oídos.
Tomar algún sedante.
LO (look, “mirar”): La etapa de la información.
Es la etapa de pensamiento exploratorio en la cual recogemos información, percepciones y sentimientos como antecedente y base para el pensamiento. Investigamos para ver qué descubrimos. No intentamos, todavía, hallar soluciones.
Al final de esta etapa tenemos que haber recogido toda la información que necesitamos o especificado de qué información nos gustaría disponer. Se pueden usar herramientas como CTF (consideración de todos los factores), CyS (consecuencias y secuelas), VOP (visión de otras personas) y el sombrero blanco (marco de Seis Sombreros Para Pensar).
PO (POsible, POtencial, suPOsición, hiPOtesis): ¿Cuáles son las posibilidades?
Es la etapa de pensamiento generativo. Proponemos ideas y sugerencias. No elegimos entre las alternativas planteadas. Nos limitamos a exponerlas en paralelo. No las juzgamos.
Esta etapa es la conexión entre el lugar donde estamos y el que queremos ir.
Según el propósito planteado las soluciones propuestas pueden variar desde las rutinarias (utilizadas habitualmente en ese tipo de problema o situación) y las creativas (sombrero verde, pensamiento lateral).
SO (así): ¿Cuál es el resultado?
Tomamos las posibilidades generadas anteriormente, las desarrollamos y elegimos la que consideramos más adecuada.
Le damos forma a las ideas, las adaptamos, corregimos errores, consideramos los costos, la aceptación por parte de ciertas personas, el sentido práctico, la viabilidad, beneficios y valores, dificultades y peligros.
GO (ir): Poner en práctica el pensamiento.
Ponemos en práctica el producto de las etapas anteriores. Tendremos en cuenta aspectos como los mecanismos y rutinas para la acción, incertidumbres y condiciones, factores que influyen en la gente, el papel de expertos, la utilidad de planes de acción, etcétera. En resumen: determinamos el propósito de nuestro pensamiento, recogemos información relevante, generamos posibilidades, las desarrollamos y evaluamos y, finalmente, implementamos la opción elegida.
(*) Contador público. [email protected]