Día tras días se conocen medidas de los Estados de las principales economías del mundo para poner barreras a la debacle financiera, no obstante las expectativas parecen no cumplirse tan fácilmente.
La Unión Europea (UE) aprobó en su cumbre de Bruselas ampliar a sus 27 miembros el plan de rescate bancario adoptado por los países de la zona euro ante la crisis financiera, tras un nuevo derrumbe bursátil por temor a una recesión. Pero los líderes europeos pidieron además la realización de una cumbre mundial antes de fin de año para reformar el sistema financiero internacional, afirmó el jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, presidente en ejercicio de la UE.
Desde la Reserva Federal de los Estados Unidos sostuvieron que el reciente recorte de emergencia en la tasa de interés, de medio punto, fue opacado por la profundización de la hecatombe bursátil global. La recuperación de la economía estadounidense no va a llegar “enseguida”, advirtió el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke.
Ante el ejemplo británico y la decisión de los países europeos de intervenir nacionalmente en los bancos, y en una medida inédita en Estados Unidos desde la Gran Depresión de los años 1930, el gobierno de Bush quiere adoptar la nacionalización parcial de 8.500 bancos, inyectando 250.000 millones de dólares.