Se trata de la primera microempresa productora de alimentos de Idiazábal, una pequeña localidad de Córdoba. El producto principal es la milanesa de soja elaborada con materias primas naturales, sin conservantes ni aditivos.
Por Natalia Riva / [email protected]
En la pequeña localidad cordobesa de Idiazábal, alumnos y profesores de la cooperadora del Instituto Secundario José María Paz dan el ejemplo. Es que desde hace 10 años trabajan para hacer lo que muy pocas escuelas consiguen: articular el mundo pedagógico con el entorno productivo.
Hoy, en talleres cercanos al establecimiento educativo se da vida a Nutridia, primera microempresa elaboradora de alimentos que tiene su origen en un proyecto pedagógico educativo. Algo que ayuda a dimensionar el trabajo de estos jóvenes es que recientemente la iniciativa resultó ser una de las ganadoras del premio nacional CITA 2012 en la disciplina Asociativismo en Valor Agregado, que destaca los desarrollos que más contribuyen a lograr la eficiencia productiva sustentable en el agro.
Marisell Abbonizio es una de las docentes que coordina este proyecto y, en diálogo con Comercio y Justicia, explicó cuáles fueron los inicios del emprendimiento. “Todo empezó cuando tuvimos que cambiar la orientación del colegio y pasamos de formar perito mercantiles a orientarnos en la producción de bienes y servicios con especialidad en alimentación. Fue en ese momento -hace ya más de una década- que un grupo de docentes comenzamos a buscar y plantear alternativas dentro de la educación”.
Teniendo en cuenta que la principal actividad económica de Idiazábal -cuya población es de apenas 2 mil habitantes- es la agricultura seguida por la ganadería, y que el principal cultivo es la soja, comenzaron a estudiarla desde el punto de vista nutricional y tecnológico. La consigna era concientizar, capacitar y producir. “Sabíamos muy bien cómo hacer las dos primeras cosas pero nunca habíamos producido. Fuimos aprendiendo todo sobre la marcha y en los inicios la producción era manual”, contó Abbonizio.
De esa manera surgió el proyecto “Soja, un alimento innovador”, que fue tomando fuerza con los años para hoy convertirse en un emprendimiento productivo de gran importancia para la localidad.
A lo largo de estos diez años de existencia, el proyecto recibió ayuda y reconocimiento de varias entidades. Sin embargo, el primer gran empujón llegó en 2003 cuando la idea viajó a España y, por el interés que despertó en ese país, el municipio del pueblo homónimo español -también con una pequeña población- les dio financiamiento. “Con ese dinero compramos las primeras máquinas. Esto generó ‘una movida’ muy grande en el pueblo y se formó una fundación para apadrinar este emprendimiento, que hizo un gran trabajo para, más adelante, construir los talleres donde trabajamos actualmente”, recordó la docente.
Todo lo que sucedió después fueron buenas noticias: recibieron reconocimientos en la feria Agroactiva; fueron seleccionados para formar parte de un programa de responsabilidad social empresarial (RSE) de la empresa Monsanto, que se llama Semilleros del futuro; y recibieron nuevos aportes monetarios que hicieron que pudieran construir los tres talleres donde hoy trabajan, que se dedican a panificación, conservas y soja.
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El producto principal es la milanesa de soja elaborada con materias primas naturales, sin conservantes ni aditivos, lo que la diferencia de la que se comercializa en las grandes cadenas de supermercados.
Según explicó Abbonizio, actualmente producen a medida que van recibiendo pedidos, por lo que tienen una gran capacidad productiva que no se está utilizando. Sobre este punto, aseguró que están esperando las habilitaciones necesarias para poder comercializar sus productos más allá de la zona cercana a Idiazábal. Particularmente les interesa el mercado de Buenos Aires, ya que consideran que allí habría muchos interesados. De todos modos, en principio proyectan fortalecerse y consolidarse en toda la provincia de Córdoba.
Del proyecto forma parte un grupo de docentes y todos los estudiantes que cursan el sexto año del secundario. Y debido al crecimiento que tuvo la empresa en este último tiempo, también se han generado puestos de trabajo que son ex alumnos que en algún momento también trabajaron allí.
Por último, la docente destacó el compromiso de la Secretaría Pyme y Desarrollo Emprendedor -del Ministerio de Industria, Comercio y Minería-para con este proyecto. Por su parte, la secretaría que preside Enrique Umbert aseguró que trabaja por el desarrollo empresarial en toda la provincia “para que los jóvenes puedan quedarse en sus pueblos, desarrollar sus proyectos, generar trabajo, progreso y bienestar, por lo que felicitamos el trabajo realizado por el Instituto Secundario José María Paz”.