viernes 22, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

La situación de pobreza en la Provincia y el ajuste en el PAICOR

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Por Alfredo Schclarek Curutchet (profesor adjunto, UNC, investigador Conicet y director académico CIPPES ) y Lucas Ariel Torres (investigador asociado CIPPES)

En los últimos días volvió a ser noticia el Programa de Asistencia Integral de Córdoba (Paicor) por la reducción en la calidad del servicio brindado. Según informaron algunas escuelas, en el desayuno se remplazó la leche chocolatada por mate cocido y la colación quedó reducida a un bollo de pan, mientras que en el almuerzo se ha observado el aumento de los alimentos más económicos y la disminución de la variedad de los postres. Por su parte, las empresas proveedoras sostienen que los $8,62 que reciben por ración -la cual comprende almuerzo y desayuno o merienda- no son suficientes dada la falta de actualización del importe en el último año y medio. Tal es el revuelo que este tema está generando que el Gobierno provincial ya ha anunciado que aumentará el pago por ración a $9,91.

Esta última noticia -la reducción en la calidad de los alimentos en el Paicor- no debería ser analizada, sin embargo, como un hecho aislado sino inscripto en una política de ajuste más generalizada en ese programa, que ya lleva años implementándose. Por ejemplo, ya el año pasado había sido noticia por la exclusión del programa de los niños que pertenecíaan a familias cuyos ingresos superaban $2.500. Esto significó la baja de 19,6% de los inscriptos en el programa, lo que equivale a un total de 46.132 niños. Si se tiene en cuenta que en 2010 los beneficiarios eran 237.453 y en 2011, después de la exclusión, el padrón quedó en 188.847 niños, comprendemos cabalmente la magnitud del ajuste implementado. Más aún, al analizar el gasto en alimentos del Paicor observamos que en 2010 fue de alrededor de $306 millones mientras que en 2011 el gasto fue de $311 millones. Es decir, un aumento anual de sólo 1,6%, cuando en el mismo período los alimentos subieron alrededor de 19,4%.

Esta política de ajuste se vuelve más indefendible si se tiene en cuenta que la pobreza, lejos de ser un tema resuelto, es uno de los principales problemas que enfrenta la Nación y la Provincia. Según datos del Índice Barrial de Precios (IBP), publicado por el CIPPES (Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales), y datos de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares), publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el cuarto trimestre de 2011 había en la provincia de Córdoba alrededor de 113.494 personas cuyos ingresos familiares no superaban la línea de indigencia ($1.248,48). Es decir, alrededor de 3,43% de la población no tienen ingresos suficientes para alimentarse adecuadamente. Respecto a la línea de pobreza ($2.759,15), encontramos que 840.455 personas están en esta situación (¡casi dos tercios de la población total de Córdoba Capital, de pobres!). Esto significa que 25,4% de la población de la Provincia de Córdoba es pobre (se obtienen datos similares para el conurbano bonaerense, lo que representa 2.587.873 pobres). Si se desagregan estos datos por edad, se ve que en la Provincia hay 45.433 niños bajo la línea de indigencia y 377.556 en situación de pobreza (¡dos Río Cuarto más una Villa Carlos Paz de niños pobres!). Estos datos significan que 5% del total de niños de la Provincia es indigente y que 41% es pobre. Más aún, del total de indigentes y pobres 40% y 45%, respectivamente, son niños. Evidentemente, la pobreza es un flagelo que afecta fundamentalmente a los niños.

Ahora bien, resta por analizar cuáles pueden ser las causas de este ajuste dado el contexto actual. El sospechoso número uno es la política de endeudamiento llevada a cabo en los últimos años y los altos montos de los servicios de deuda a pagar. A modo de ejemplo, los Boncor emitidos en 2009 y 2010 significaron un endeudamiento de 746 millones de dólares a una tasa de interés de 12%. Dichos fondos fueron destinados, en gran parte, al financiamiento de obras como el Centro Cívico, el Estadio Mario Alberto Kempes, el Faro del Bicentenario, el Parque las Tejas y la Terminal de Ómnibus. Estas obras no aumentaron la capacidad productiva ni exportadora de la Provincia, con lo cual tampoco aumentó su capacidad contributiva. Es decir, la única manera de pagar los servicios de esta deuda es aumentar las alícuotas de los impuestos existentes, crear nuevos o disminuir otros gastos de la Provincia. Lamentablemente, se elige disminuir el gasto en alimentos del programa Paicor.

A modo de comparación, en 2011 se pagaron intereses de los Boncor por $360 millones de pesos y $311 millones fueron para alimentos del Paicor. Es decir, si no se hubiera llevado adelante la política de endeudamiento actual podría haberse duplicado el presupuesto del Paicor, con lo cual podría haberse aumentado la calidad de los alimentos, incorporado la provisión de cena e incluso haber incluido 50% de los niños pobres que actualmente no es cubierto por el programa (188.709 niños pobres).

El preocupante panorama descripto en los párrafos anteriores, fríamente manifestado en números, describe la situación de niños que están viendo sus derechos esenciales vulnerados y limitadas sus posibilidades de desarrollo. La pobreza debe ser un tema principal en la agenda de gobierno, para ajustar las políticas públicas en consecuencia.

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