Tras el anuncio del gobernador Jaldo, la necesidad de acreditar haber recibido el esquema de vacunación para realizar diversas actividades comenzó a plantearse en el resto de la jurisdicciones y a escala nacional. En Córdoba se puso en marcha el 21
El 1 de diciembre, Tucumán inauguró la era del “pasaporte sanitario” en el país.
Ese día, el gobernador Osvaldo Jaldo anunció que contar con esquema completo de vacunación contra el coronavirus (dos dosis) y acreditarlo sería indispensable para asistir a las actividades que representen “mayor riesgo epidemiológico”: eventos y reuniones con alta concurrencia de gente, en lugares abiertos o cerrados.
Indicó que, en principio, la medida tendrá vigencia hasta el último día del año.
A partir de ese momento, otras jurisdicciones comenzaron a dictar resoluciones similares. Córdoba lo hizo el 14 y el pasaporte se exige desde el 21.
En el documento debe consignarse el esquema de vacunación (dos dosis o la mono dosis en el caso de Cansino). Podrá ser exigido por instituciones privadas con supervisión de la autoridad local.
Rige en eventos recreativos, sociales, culturales y deportivos con más de mil personas (incluso al aire libre); en locales bailables, en salones de fiesta y en los viajes grupales (egresados, jubilados y similares).
Formato
Se exigirá en formato digital o físico. Las personas que no disponen de teléfono celular deberán llevar consigo el carnet de vacunación. Para el resto estarán disponibles la aplicación Cuidar (en su nueva versión 3.6) y Ciudadano Digital.
Por su parte, el Gobierno nacional también confirmó el 14 que el “pase” se requerirá en todo el país a partir del 1 de enero.
La manda oficial prevé que se podrá exigir la acreditación del esquema completo para actividades adicionales en función de la situación epidemiológica, del plan de vacunación local y de los avances en la inmunización.
Cada jurisdicción determinará los procesos de fiscalización de los documentos que reflejen el cumplimento del esquema completo de vacunación a partir de los 13 años en actividades consideradas de “riesgo epidemiológico”.