Considerada un factor fundamental a la hora de hacer negocios, pero con poca presencia en las pymes, la Responsabilidad Social Empresarial permite su crecimiento.
Como un amplio set de políticas, prácticas y programas -que integrado por medio de la operación empresarial soporta el proceso de toma de decisiones y que es premiado por la administración- la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es una práctica bastante aplicada en las grandes empresas, pero no muy considerada a la hora de hacer y formar negocios por las pequeñas y medianas empresas.
Percepción positiva por parte de los consumidores, mayor valor de marca, así como incremento en las ventas y utilidades, son algunos de los efectos de una correcta aplicación de la RSE en las firmas. Para Elías Tefarikis, gerente de desarrollo de Momento Cero, empresa de aplicación de recursos para el aprendizaje que fomenta el espíritu emprendedor, la RSE es fundamental desde la lógica de la gestión responsable del negocio.
En su opinión, “de esta forma las pymes pueden analizar y clarificar en qué elementos se sustenta el valor de su negocio”, señaló el experto.
Otro de los resultados visibles de la RSE en este segmento empresario se vincula principalmente con su imagen. “En el caso de Argentina hay generalmente una inversión en el sector de recursos humanos y medio ambiental”, dijo Ignacio Bruera, gerente de investigación de la Fundación Observatorio Pyme, quien agregó que dentro de los aspectos visibles de la ejecución de la RSE “está la atracción de inversionistas como de proveedores y una buena relación con ellos”.
De la misma forma hay una aplicación de la RSE en los RRHH de la empresa, así como con las comunidades más cercanas. Bruera señaló que en estos aspectos hay una participación público-privada, con organismos municipales, así como un diálogo permanente con cámaras regionales, en el cual la empresa intenta estar contingente y mantenerse al día en la comunidad. “Hay una búsqueda por ser constante e ir con las nuevas gestiones, como es el caso de la norma medioambiental ISO 14.000, que más allá de la certificación frente a la sociedad, también abre mercados a los empresarios, donde los extranjeros cada día piden más exigencias como lo son éstas”, completó el especialista.
Es así como este tipo de resultados entrega herramientas a las pymes para ser más competitivas en el ambiente donde se desenvuelve. De la misma forma, señalan ambos expertos, la gestión de la RSE se puede ver reflejada en la relación de la empresa con sus trabajadores, el establecimiento de un correcto clima organizacional y las posibilidades que ésta puede entregar para un correcto desarrollo profesional. “Generalmente hay un 30 por ciento de los costos de una pyme que van dirigidos a RRHH, lo que intenta motivar al personal, capacitarlos y entregar buenos salarios, y lo que brinda una mayor competitividad para la firma”, precisó Bruera.
Para Tefarikis, mediante la RSE se mejora la percepción positiva que puedan tener las personas sobre las actividades de la empresa, agregando valor a la marca, lo que desde la óptica comercial conlleva el aumento de las ventas, utilidades, como también una correcta relación con proveedores.
Se debe entonces focalizar en aspectos claves y que estén directamente relacionados con el ejercicio de la pyme y que repliquen en el desarrollo de esta y sus comunidades, considerándola como un factor fundamental a la hora de hacer negocios. Tal como enfatizó Tefarikis, “las prácticas de RSE son transversales y graduales con relación a las posibilidades de la empresa, manteniendo siempre como base una gestión responsable del negocio, y que en ningún caso es exclusiva de las grandes compañías”.
Implementación de RSE
Una forma distintiva de ser y hacer negocios en la región y el mundo“La RSE, que en un principio se adaptaba sólo a las grandes empresas porque tienen mayor capacidad para difundir y comunicar, hoy encuentra su espacio en las pymes, que, cada vez más y con mayor énfasis, están realizando acciones de Responsabilidad Social Empresarial y gestionando sus organizaciones desde la sustentabilidad misma”, aseguró Laura Massari, directora de Relaciones Institucionales del Iarse.
Así, la especialista indicó que cada vez más pymes toman contacto con la realidad y por medio del aprendizaje y el ejercicio activo se dan cuenta de que no solamente el tema las posicionará mejor dentro de la o las cadenas de valor que integran; a otras les permitirá abrir nuevas relaciones comerciales sobre estándares más exigentes; y para el resto representará, además, una variable distintiva de su forma de ser y de hacer negocios en la región y en el mundo. Pero -principalmente- les permitirá seguir creciendo y formar parte de un mercado cada vez más exigente y competitivo.
Un dato no menor es que las pymes a nivel económico movilizan 85% del empleo del país. Las oportunidades son enormes y en muchos casos su compromiso social proviene de los valores personales de los propietarios y no de la vinculación con una estrategia previamente diseñada como puede ocurrir en las grandes corporaciones.
“Cada vez son más los casos que conocemos de buenas prácticas de RSE en pymes; esto demuestra el gran interés del sector y la mirada hacia la gestión sustentable de sus organizaciones. Esto también tiene que ver con la manera en que las pymes están comunicando sus acciones o programas de RSE”, completó Massari.