Según un estudio de la consultora especialista en RRPP Weber Shandwick 60 por ciento de los clientes encuestados afirma que evita adquirir productos si no gusta de la firma que los fabrica.
La calidad de los productos es fundamental para el éxito de cualquier marca. Pero no es lo único que importa. La reputación de una empresa también puede ser letal a la hora de querer establecer algún tipo de vínculo con los consumidores.
Según Marketing News, un estudio de Weber Shandwick asegura que siete de cada diez consumidores no comprarían productos si no les simpatizara la firma que los fabrica.
En este sentido, el documento señala que casi 90 por ciento de los encuestados asegura que “la fortaleza de una empresa es tan importante como la de la marca del artículo”.
A su vez, la investigación identifica siete principios que describen un contexto en el que el consumidor ya no compra esos bienes basándose sólo en sus características sino que también toma decisiones en función de la reputación del fabricante. Éstos son:
– Las características de la empresa son tan importantes como la marca del producto. La gran mayoría de los ejecutivos (87 por ciento) cree que una firma corporativa fuerte tiene tanto peso como una marca de producto.
Además, reconocen que esta última se beneficia de la reputación general de la compañía que lo produce (65 por ciento).
Por otra parte, asegura que a la gente le importan las empresas que hay detrás de aquello que adquiere (55 por ciento).
– La reputación ofrece una garantía de calidad. Los productos son los beneficiarios de una reputación corporativa fuerte.
De acuerdo con el estudio, 70 por ciento de los consumidores declaró que evita adquirir lo que es fabricado por compañías que no les gustan.
Además, 67 por ciento de ellos comprueba las etiquetas para verficar cuál es la compañía fabricante.
– Cualquier desconexión entre reputación de marca y producto genera una dura reacción. Más de la mitad de los compradores (54 por ciento) declaró sorprenderse al descubrir que un producto o servicio que aprecia proviene de una compañía que no les gusta.
Cuando se les preguntó cuál es su reacción cuando esto ocurre, la mayoría contestó que suele dejar de comprarlo (40 por ciento) o busca on line para obtener más información acerca de qué otros artículos son fabricados por esa empresa.
– Los productos lideran el debate, seguidos muy de cerca por la reputación. Los errores corporativos opacan los éxitos de las marcas. En el informe se preguntó a los consumidores acerca de lo que hablan cuando debaten sobre las compañías.
En el primer lugar aparecen los productos. Siete de cada diez encuestados declararon que frecuentemente dicen lo que piensan sobre el producto que compraron.
Además, entre los cinco principales temas de debate se incluyen los siguientes: el servicio al cliente, el trato a los empleados, los errores de la empresa, los escándalos de la compañía y sus sentimientos hacia ésta, en general.
– Los consumidores crean la reputación de forma instantánea. Una pregunta inevitable es: ¿Qué fuentes de influencia conforman la percepción de los compradores sobre las compañías?
Los encuestados señalaron que el “boca a boca” es la principal influencia (90 por ciento) en su opinión. Además, también se sienten condicionados por los estudios y críticas on line (83 por ciento) y los resultados de búsqueda en Internet (81 por ciento).
– La reputación corporativa contribuye al valor de mercado de la compañía. Los ejecutivos estiman que una media de 60 por ciento del valor de mercado de sus firmas es atribuible a su reputación. Esto explica por qué las compañías han aumentado las actividades que fomentan este punto.
– Para los consumidores, la reputación es más importante que los ingresos. Más de la mitad de los consumidores señaló que confía más en comprar productos de empresas con una posición más prestigiosa que de otras con previsiones positivas en el precio de sus acciones. Seis de cada diez ejecutivos consultados indicaron que preferirían ver sus firmas en los medios por su buena reputación más que por una previsión positiva del precio de sus acciones.