El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) dispuso archivar las actuaciones iniciadas a causa de las expresiones vertidas por el camarista Jorge Montero durante una conversación telefónica, interceptada en una investigación penal dirigida a otras personas.
En coincidencia con el dictamen de la Fiscalía General, el TSJ consideró que Montero no cometió ninguna falta ética o disciplinaria cuando informó a su amigo Pablo Nores Bodereau que su hijo, Pablo Nores Mariño, iba a ser puesto en libertad por decisión de la Cámara de Acusación, en el marco de la denominada “causa del Registro”.
Tras descartar que el magistrado pudiera haber infringido la regla ética que obliga a los magistrados a preservar la imparcialidad y la rectitud en la administración de Justicia, el TSJ señaló: “La divulgación de parte de quien no interviene en un caso judicial, aunque se desempeñe en la Justicia, a un amigo íntimo de la libertad próxima de un hijo, en la creencia de que dicha resolución había sido adoptada, tampoco amerita actuación disciplinaria alguna”. Se consideró “evidente” que el magistrado “no conocía el contenido completo del fallo”, pues esa resolución, además de ordenar la libertad de varios imputados, “daba cuenta de fundamentos desfavorables para su propio amigo”.