Tomar al menos dos litros de agua por día y asegurarse de que sea potable son dos de las acciones clave que el ministro de Salud Juan Manzur recomendó para evitar las consecuencias que las altas temperaturas pueden ocasionar en el organismo.
“Les pedimos muy especialmente a las embarazadas que se hidraten más; a las mamás que no dejen de amamantar y se aseguren de que los niños tomen abundante agua y jugos naturales, para prevenir la deshidratación, evitar las diarreas y otros problemas de salud que puede acarrear la ola de calor”, recomendó el ministro.
Además de niños y embarazadas, el titular de la cartera sanitaria recordó que otros grupos de riesgo son los mayores de 65, los chicos obesos o desnutridos, los que están con fiebre por otra causa previa o diarrea, los que ya tienen la piel quemada por el sol y los que padecen enfermedades crónicas (cardíacas, renales, mentales o neurológicas).
“Para evitar la asociación verano-diarreas es muy importante el uso de agua segura para beber y cocinar, y también para el lavado de utensilios y de las verduras que ingerimos”, explicó Manzur.