Las declaraciones de ayer del presidente de la Asociación de Magistrados de la Justicia Nacional, Ricardo Recondo, quien advirtió que “hoy no están dadas las condiciones para procesar a un funcionario en actividad” y que el proyecto para reformar el sistema de selección de jueces -que promueve la kirchnerista Diana Conti flexibilizando criterios de evaluación es una nueva avanzada del poder político sobre el judicial-, encontraron eco a nivel local. Luis Enrique Pereira Duarte, abogado de Marcos Juárez, quien fue consejero entre 2002 y 2006 del Consejo de la Magistratura nacional y ex titular de la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA) diagnosticó que la amenaza de reforma del proceso de selección define a la situación como “grave”. En diálogo con Comercio y Justicia, alertó sobre la desnatualización del órgano y criticó la iniciativa de Conti.
– ¿Cómo califica hoy la situación del órgano?
– La situación del Consejo de la Magistratura es grave y tiende a la desaparición del organismo, al generarle tal desprestigio que, a la larga, algo que funciona perfectamente desde hace tiempo en muchas provincias, en la Nación terminará por desnaturalizarse. No sería raro que aparezca una reforma constitucional que tienda a hacerlo desaparecer.
– ¿Tal es el peligro?
– Creo que sí. Desde la abogacía defendimos siempre la creación de Consejos de la Magistraturas en las provincias y en el orden nacional, pero con otras características. Esto, como está actualmente, es totalmente indefendible.
– El actual sistema de selección, ¿está garantizada la transparencia en la selección de jueces?
– Todavía algo se está garantizado. Hay que distinguir aquellos concursos que no son puestos sensibles al poder de los que sí los son. En los primeros, es mucho más fácil y allí tal vez se esté garantizando y pueda acceder el que quiera. Pero en aquellos que pueden tener el poder de decisión sobre determinados asuntos que interesan al Gobierno, la cosa se complica. Sobre todo en los concursos para los jueces federales de la Capital Federal, la Cámara Federal y el Tribunal de Casación, que son los tribunales que manejan los temas que hacen a la política nacional, los casos de corrupción. Ni hablar si fuéramos a tener que elegir al juez electoral (que hoy está cubierto); eso es lo grave. Como consejero critiqué cuando se elaboró el proyecto (de reforma), todo esto se veía venir y es un avance que se va dando a pasos, tal vez, más agigantados de lo previsto.
– ¿En qué empeoraría la situación la potencial reforma del Consejo?
– Empeoraría porque dejaría a total arbitrio de los consejeros si les gusta o no tal cosa. En un país ideal, tal vez, por allí sea lo mejor, pero sin dudas, como están dadas las cosas en nuestro país, no. Aparte, va a llevar a que no se presenten candidatos a concurso, como ya está ocurriendo.
– Habiendo participado del órgano, ¿qué se puede hacer ante esto?
– Primero, que la población reaccione, lo cual es bastante difícil. Todavía hay un arma y es que la Corte Suprema no se ha pronunciado acerca de la constitucionalidad o no de la reforma de la ley de Consejo de la Magistratura y tiene en sus manos el fallo para resolver este tema. La Corte tiene elementos suficientes para lograr ver que la