La Organización Internacional de Estandarización (ISO, según sus siglas en inglés) aprobó el formato de archivo Open Office XML (OOXML) de Microsoft como un estándar mundial para la elaboración de hojas de cálculo, gráfico y documentos de procesadores de textos.
El aval representa para los especialistas un avance en la política monopólica de Microsoft y un retroceso para el estándar Open Document Format (ODF), que ya había sido aprobado por la ISO. El ODF permite que un archivo pueda ser abierto independientemente del programa utilizado por el usuario.
La estategia de Microsoft apunta a imponer el formato OOXML y ampliar las ventas de Office, y al mismo tiempo detener el avance de la suite ofimática Open Office, de código abierto y de creciente popularidad.
Tras conocerse la decisión de la ISO, se alzaron voces críticas de empresas como IBM, Sun y Red Hat, y de impulsores de programas de código abierto por las irregularidades del proceso .