El e-learning (del inglés electronic learning o conocimiento electrónico) es una industria que se viene desarrollando hace 15 años en el mundo, pero cuando los empresarios entendieron que es una herramienta más a la hora de capacitar a su personal, es que ha logrado insertarse de manera eficiente en el ámbito corporativo para sistematizar el conocimiento.
En un aprendizaje asistido por tecnologías de la información y la comunicación; dicha sistematización le permite a las empresas llevar a cabo la inducción y capacitación de su personal más allá de la alta rotación de los mismos, en el instante en el que ocurre la necesidad.
Además, Sebastián Paladini, responsable de producción, de Huella Virtual, empresa cordobesa dedicada a la producción de e-learning afirma que otro beneficio importante de este mecanismo es que convierte al conocimiento en un activo de la empresa ya que explica que “dentro de una empresa el conocimiento es propiedad de las personas, pero cuando éstas se van, el conocimiento se va con ellas. Por eso, generar programas y virtualizar el conocimiento de las empresas permite que el conocimiento empiece a ser un activo de la misma porque trasciende a la persona”.
Frente a la capacitación tradicional
Las comparaciones con la capacitación tradicional o presencial son inevitables, pero no debería ser así ya que no se trata de lo mismo y no viene a suplantar la capacitación tradicional. El e-learning tiene ciertas características naturales del medio pantalla que otorga la posibilidad multimediatizar el saber. Un buen e-learning toma estas características y genera un conocimiento a partir de la necesidad de aprendizaje y valiéndose de estos instrumentos evitando el paradigma aula.
En ese marco, Paladini advierte que se “pierde la gesticulación, la interacción, por lo que la comunicación es otra, pero a su vez es distinto y hay que entenderlo de esa manera para lograr buenos resultados en el e-learning y no producir el mismo bajo el paradigma aula”.
Por eso, en la actualidad en las empresas están aplicando programas integrales de capacitación que se llaman b-learning, (del inglés blended learning o aprendizaje mezclado) en donde, dentro del programa, hay instancias de capacitación vía e-learning, y hay instancias de capacitación presencial.
Además de la producción del contenido, el e-learning tiene otra áreas que es la de la plataforma que es donde el soporte del contenido en la web y se sistematiza el acceso del usuario al contenido. Esa plataforma genera una cantidad de registro y de reportes que permiten hacer un programa de gestión del conocimiento inteligente. No sólo registra las evaluaciones que se asignan dentro del curso, sino que registra cada acción del usuario: cuando entra, a qué hora, que disponibilidad tiene para hacer el curso, qué porcentaje obtiene, qué porcentaje de avance tiene, qué comunicación con el tutor tiene.
En Córdoba varias empresas están utilizando e-learning, sin embargo para Sebastián Paladini no se observa una resistencia sino una lejanía cultural, ya que la aplicación del mismo “es cuestión de capacidad cultural y de generación”.
Además, es muy común comparar los costos de hacer e-learning con los de capacitar presencialmente y a la hora de hacer la inversión lo