La construcción de casas bioclimáticas supone un diseño racional y armónico, utilizando y potenciando los elementos favorables del clima donde se inserta, para obtener el mayor confort térmico. En Córdoba, Rolando Ipérico, un arquitecto local, está al frente de Casabio, una empresa de servicio que diseña y construye viviendas con estas características. “El costo de una casa ‘bio’ es similar al de una vivienda tradicional y se amortiza con el tiempo”, asegura el profesional.
Por Natalia Riva –
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El creciente déficit energético, sumado a un (también creciente) interés por cuidar el medio ambiente desembocó en la creación de Casabio, un sistema desarrollado por un arquitecto comprometido con lo ambiental que se especializa en diseñar y construir viviendas bioclimáticas.
“Se trata de empezar a pensar la arquitectura no solamente desde lo funcional y estético sino también desde una mirada ecológica, teniendo en cuenta la energía, el agua y los materiales que se emplean. Avanzando con la idea vimos que esto también redunda en un beneficio económico, ya que con la misma inversión se tendrán menores costos de funcionamiento que una casa convencional”, explicó a El Inversor y la Construcción Rolando Ipérico, el profesional que le da vida a esta empresa.
Concretamente, en Casabio proyectan, asesoran y/o construyen viviendas sustentables.
Según destacó Ipérico, el sistema puede ser usado por todos quienes quieran hacerse su casa, sin limitación en cuanto al tamaño, como así también a los que deseen mejorar las condiciones bioclimáticas de su actual vivienda, oficina, industria, etcétera.
¿De qué se trata?
Las casas que se construyen con este sistema intentan dar la mejor respuesta y potencian las condiciones del clima donde están insertas, privilegian la iluminación natural, así como optimizan los sistemas de climatización tradicionales, partiendo de modelos diseñados para cada región del país, adaptándolos a cada lote y requerimientos del propietario. Además, se componen de materiales y tecnología tradicionales y locales (ladrillo, madera, hormigón, aluminio, etcétera) dándoles su uso más favorable.
“Siempre queda la posibilidad de ser complementadas con sistemas adicionales como una protección térmica extra, reciclado de aguas grises, recolección de aguas de lluvia, paneles solares para generación de energía eléctrica y calentar agua sanitaria, etcétera”, agregó el arquitecto, al tiempo que completó que -al ser un sistema que utiliza materiales estándar- cualquiera puede construir su casa bioclimática en cualquier lugar del país.
“Creemos que toda la arquitectura que se construye debería ser bioclimática, independiente del estilo elegido; y eso tendría que inculcarse desde las etapas formativas de los profesionales. Por suerte vemos que de a poco lo nuevo que se va haciendo va empezando a considerar al clima y el cuidado del ambiente”, aseguró el profesional de la construcción.
Por el mismo precio
Si bien Ipérico asegura que el costo de una casa bioclimática dependerá de la cantidad de recursos o estrategias a emplear (aislación térmica extra, reciclado de aguas grises, paneles térmicos solares, paneles fotovoltaicos, etcétera) sigue siendo, en su expresión esencial, similar al costo de una vivienda tradicional. “Muchas de estas estrategias se amortizarán en plazos que dependerán de varios factores, como el costo de la energía, el modo de uso, entre otros”, completó.
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Estrategias constructivas de una casa “Bio”
En la búsqueda por optimizar el uso de la energía y el agua potable domésticos, las casas bioclimáticas plantean las siguientes estrategias:– Para reducir el consumo de agua se propone reciclar las aguas grises (provenientes de piletas, lavabos y duchas) y recoger el agua de lluvia y utilizar ambas en inodoros, lavados exteriores y regado de parques.
– Con respecto al acondicionamiento térmico, entran en juego los recursos de la arquitectura bioclimática: distribuir la vivienda en dos niveles y orientando los espacios principales (livings, comedores, dormitorios, estudios, etcétera) al norte, proteger el sur de los fríos vientos invernales, proteger las aberturas orientadas al oeste de excesivo asoleamiento en verano, utilizar cubiertas frías, ventiladas y acabadas en color blanco.
– Muros de elevada inercia térmica y acabados en colores claros. Diseño y disposición de aberturas que favorezcan la ventilación natural, grandes aberturas con aleros al norte que permitan el ingreso de sol en invierno y en verano sirvan de protección.
– Abundante vegetación en torno a la vivienda, sobre todo al oeste y al norte (en este último caso, árboles caducos).
– Disponer taludes o enterrar parte de la edificación para aprovechar la inercia térmica de la tierra.
– En cuanto a la protección térmica, se propone una elevada aislación con placas de poliestireno expandido (EPS) en el exterior de muros, techos y pisos (con espesores determinados por cálculo), así como aberturas de aluminio DVA con rotura de puente térmico.
– Se tenderá a que todos los ambientes tengan abundante iluminación natural, sobre todo en invierno.
– Se dejarán las conexiones para la futura instalación de paneles solares térmicos que ayuden a producir agua caliente sanitaria y paneles fotovoltaicos que permitan la autosuficiencia eléctrica de la vivienda.
– En cuanto a los materiales, se usarán los provenientes de zonas cercanas a la edificación, con posibilidades de re-uso y privilegiando el rendimiento durante su vida útil a su modo de producción y/o extracción.
– Se utilizarán maderas reforestadas y pinturas y barnices de base acuosa.
Otros recursos:
– Disponer los grupos sanitarios agrupados para evitar las pérdidas de calor en largos trayectos de cañerías de agua caliente.
– Proteger térmicamente el tanque de reserva de agua.
– Adecuado sistema de aire acondicionado.
– Sistema de calefacción convectivo y de baja inercia térmica.
Hola, quiero información sobre la construcción ligera, natural y rápida, por favor.
Un saludo,
Lissette