La caminata comienza a 3,5 kilómetros de la localidad serrana, en el restaurante y proveeduría que reina en la base de la montaña, donde es necesario registrarse y solicitar información para realizar el paseo.
La primavera le sienta bien al Cerro Uritorco, que renueva su vestuario invernal amarronado por un verde intenso de bosques de quebracho. Es la época sugerida para planear una travesía a pie, alternando el entorno de la naturaleza con el halo de misterio que abunda en esta región. La Bioreserva Cerro Uritorco (Cerro Macho o Cerro de los Loros) tiene su pico máximo de 1.979 metros de altura sobre el nivel del mar, se encuentra en el Valle de Punilla y pertenece al cordón montañoso de las Sierras Chicas. La aventura comienza a 3,5 kilómetros de Capilla del Monte, exactamente en el restaurante y proveeduría que reina en la base del cerro, donde es necesario registrarse y solicitar información para realizar el paseo. El trekking puede llevar desde uno a más días, dependiendo de si se decide pasar la noche en la montaña. Son sólo tres horas de caminata para ascender y quizás un poquito más demanda el descenso.
El recorrido es apto para hacerlo solo, en pareja o con toda la familia. Más allá de las razones individuales que motivan su ascensión, el cerro presenta un sendero excelente para realizar un completo ejercicio cardiovascular con un grado de dificultad medio. A medida que el camino se interna en la reserva natural, luego de cruzar el Río Calabalumba que baña sus entrañas, es notable ver cómo la vegetación y la fauna autóctonas se conservan casi intactas. Son sus habitantes de lujo molles, espinillos, cocos, chañares, cactus y varias especies de hierbas medicinales, como la carqueja, el poleo, el palo amarillo y la peperina. Además, existe un sistema de sendas secundarias bien delimitadas, con carteles que indican dónde desplazarse, qué está permitido y qué prohibido, y cómo aportar a la conservación y buen mantenimiento del lugar. Las vistas son imponentes y el mito de sus leyendas se materializa en la energía que se transmite durante la estadía en la montaña, sobretodo para quienes deciden acampar cerca de la cima y experimentar la sensación de estar suspendido entre las estrellas.
El escenario no es casual, ya que desde el año 1986 se han sucedido algunos acontecimientos que no han podido ser explicados racionalmente, como desplazamientos de luces en su cima, supuesta presencia de “ovnis”, campos energéticos, ciudades ocultas o puertas a otras dimensiones, que han hecho que la vida por los faldeos del Uritorco cambie categóricamente. Un pueblo a tono La localidad de Capilla del Monte acompaña la mística y el encanto que encierra el cerro Uritorco. A lo largo de su calle techada, una de las principales arterias del pueblo, denominada diagonal Buenos Aires, se destacan los comercios de artículos vinculados con el más allá y la filosofía oriental, además de locales gastronómicos y una gran diversidad de tiendas comerciales. Construida en 1964 para albergar la primera Exposición Internacional de Fotografía “FotoCita”, esta avenida comprende toda una cuadra. Leyenda comechingona Uritorco significa “cerro macho” en idioma comechingón, tribu que utilizaba el cerro para realizar sus ceremonias.
La leyenda cuenta que Uritorco era un joven indio enamorado de la muchacha Calabalumba, la hija de un hechicero que desaprobaba la relación amorosa, por lo que decidieron huir, siendo permanentemente acosados por el demonio de la muerte. Cuando éste finalmente los alcanzó, los dos jóvenes se transformaron: él en el magnífico cerro y ella en ese río de lágrimas que brota de sus entrañas.