Un nuevo y original dispositivo produce cuatro veces más energía que un sistema fotovoltaico convencional, aun en días nublados o durante la noche.
Como todos sabemos, el sol es la mayor fuente de energía sostenible que podemos usar en la Tierra. Desde hace más de 40 años, la tecnología nos ayuda a transformar esta fuente en poder calorífico y eléctrico. El problema que teníamos hasta ahora era la baja eficiencia a la hora de conseguir esta transformación: la mayoría de paneles fotovoltaicos tiene un rendimiento de 15% o menor y, si los paneles no siguen el movimiento del sol en el cielo, las pérdidas se incrementan en 40% en todo el año. En el proyecto Rawlemon están convencidos de que este problema tiene solución, porque -según ellos- pueden “exprimir aún más jugo del sol”.
Combinando los principios geométricos esféricos y un sistema de seguimiento de doble eje, el proyecto Rawlemon puede alcanzar un excedente de rendimiento de 70% comparado con los paneles solares fotovoltaicos planos convencionales, reduciendo la superficie de la célula fotovoltaica a uno por ciento. La ventaja de esta miniaturización es la integración en estructuras en cualquier lugar, tales como edificios.
Como primera meta, los responsables del proyecto están desarrollando un prototipo pequeño capaz de cargar un smartphone. Para que salga adelante tienen un crowdfounding (financiamiento colectivo) con el propósito de que los costos sean asequibles para todo el mundo.
Rawlemon es un proyecto diseñado por André Broessel, arquitecto alemán que vive actualmente en Barcelona n