El sector del diseño de indumentaria independiente genera ingresos anuales por 250 millones de pesos. El 80% son microempresas que dan empleo a más de 3.200 personas. El 27% de las firmas exporta su producción a tres continentes. Por Natalia Riva / [email protected]
Como impulso económico y como fenómeno cultural, el diseño de indumentaria de autor en la Argentina ya tiene un lugar de importancia. Esta tendencia, también llamada independiente o de autor, trabaja con metas claras de innovación y originalidad que la diferencian de aquellos productores signados por las pautas de la moda.
Si bien la ciudad de Buenos Aires es el polo productivo y de comercialización donde se asienta más de la mitad de las empresas de este tipo (58 por ciento), Córdoba ya ocupa el segundo en el país y es líder en el interior (12 por ciento). Tercera queda Rosario (11 por ciento). Los datos surgen de un estudio realizado por el Observatorio de Tendencias Inti y la Fundación Pro Tejer, que midió el real impacto del diseño de indumentaria de autor en la economía argentina.
Esta realidad está directamente relacionada con la cantidad de talleres/estudios de diseño y la magnitud de los circuitos de comercialización del diseño local presentes en un territorio.
“Es muy importante la presencia de Córdoba en Argentina. De todos modos, lo que necesita mejorar esta provincia es el nivel de diseño, ya que está un poco ‘estancado’. Hoy en día, Salta, Rosario o Buenos Aires consiguieron evolucionar de una forma mucho más vanguardista. Esto puede darse porque el público no recepciona bien nuevas propuestas o porque los emprendedores no se animan a proponer nuevas ideas”, explicó a Comercio y Justicia Laureano Mon, observador de tendencias del INTI.
Sólo apto para microempresas
El impacto real del diseño de indumentaria de autor en la economía nacional y su constante desarrollo son un hecho. La facturación aproximada es de 250 millones de pesos anuales generada sólo por la producción y comercialización de prendas, según datos que se desprenden del estudio.
En esta línea, el universo de emprendimientos puede ser caracterizado -con base en su facturación anual- como mayoritariamente (80 por ciento) de microempresas, con facturaciones inferiores a 1.800.000 pesos. El restante 20 por ciento corresponde a pequeñas empresas con facturaciones entre 1.800.000 y 10.300.000 pesos.
Más aún, según el estudio, si se toma en cuenta la cantidad de personal directo empleado, el universo de los emprendimimentos productivos también podría ser clasificado mayoritariamente como de microempresas (93 por ciento) y el restante serían pequeñas empresas. Del segmento de microempresas, 20 por ciento corresponde a empresas de un solo trabajador. En todos los casos se trata de formas de autoempleos para los diseñadores.
El segmento emplea en total a más de 3.200 personas. En todo el proceso productivo sólo 23 por ciento de los trabajadores son empleados directos de la firma, y el resto es ocupado por medio del proceso de tercerización de la producción, completó el estudio.
“Una de las trabas para que estas empresas se puedan desarrollar más tiene que ver con cuestiones técnicas de las prendas: cómo mejorar la calidad, cómo normalizar los talles y también con la organización de los emprendimientos; es decir, deben tener una visión más empresarial, ya que la mayoría comienza por un gusto creativo y luego se convierten en gerentes de sus propias marcas”, dijo Mon.
Como estrategia de producción, utilizan la tercerización de servicios de confección y estampados para complementar la propia capacidad. En muchos casos, la unidad económica sólo la compone el diseñador -quien realiza el diseño de las prendas- mientras que toda la producción y comercialización se realiza mediante proveedores.
Financiamiento inaccesible
El financiamiento es identificado por las empresas del sector como el principal obstáculo para lograr un mayor desarrollo. “Una gran parte logra autosustentar financieramente su actividad a través de la reinversión de utilidades, o bien recurre a planes de pagos con proveedores que se basan en relaciones de confianza de mediano y largo plazo”, indicó el observador.
Así, los servicios de terceros, ya sea la inversión de capitales externos como aplicación a créditos de la banca privada/pública, sólo son utilizados por 25 por ciento de las empresas.
Siguiendo el informe, los obstáculos de las microempresas para acceder a financiamiento tienen que ver con que, por un lado, intentan aplicar herramientas destinadas a pymes cuando en realidad no encuadran dentro de la población objetivo de esos créditos y, por el otro, hay condicionantes endógenos de muchos de estos emprendimientos para acceder al financiamiento como ser el proceso de formalización de la microempresa -aspectos tributarios y laborales- que implica una tarea que lleva tiempo por la complejidad y altos costos.
Argentino en el mundo
En lo que respecta al comercio internacional, 27 por ciento de los emprendimientos son micro y pymes exportadoras. “Respecto al destino de los productos encontramos una diversidad de mercados donde América Latina, Europa y Asia son los principales receptores. También llama la atención la exploración de nuevos mercados, tales como países árabes, EEUU y Rusia”, finalizó Mon.
Oveja Negra: “El desafío es diferenciarse”
– Oveja Negra surgió a partir de la inconformidad que sentían sus creadores con la oferta que había en el mercado. “Creíamos en el derecho a vestirse como uno quiera y no como te lo impongan, que tu remera se transformara en un medio de expresión. Así es como arrancamos tímidamente a fines de 2004 y con más fuerza y posicionamiento a partir de 2005, es decir hace casi siete años”, contó José Miranda.
– ¿Qué hacen? Remeras y buzos estampados (en diferentes diseños de hombre y de mujer).
– Comercializan a través de Internet y en diferentes tiendas de diseño de la ciudad de Córdoba.
– ¿Cómo ven el diseño independiente local? “Sin dudas ha crecido, pero creo que se repite mucho todo, hay sobreoferta de los mismos productos. Lo que hace cinco años fue un boom hoy está más establecido y replicado hasta el hartazgo. El desafío, como siempre y en todo, pasa por diferenciarse”.
– Obstáculos: la inflación, que hace que los precios de las materias primas aumenten casi mensualmente y obliga a ajustar los precios constantemente; la imitación y la sobreoferta, que hacen que el producto pierda valor.
Besos de sapo: “Se ha dejado de crear”
– Besos de Sapo se inició a mediados de 2007 en Alta Gracia.”La marca se destaca por la originalidad en sus prendas. Trabajamos diseños de vanguardia urbanos y también para los que se animan a más diseños en indumentaria de fiesta”, dijo Martín Lapidus, al frente de la marca.
– Sus productos se comercializan en Santa Cruz, Jujuy, La Rioja, Córdoba y hasta en México.
– Sobre el diseño de autor en Córdoba, aseguró: “En este preciso momento lo veo bastante estático. Siento que se ha dejado de crear y que hay mucha copia con respecto a modas extranjeras, una fuga de ideas originales. Hay un crecimiento aparente pero no es sustentable y al no tener un sello característico se disuelven rápidamente. Siento que ha decrecido en este ultimo tiempo”.
– Obstáculos: poca accesibilidad a telas de buena calidad y mano de obra eficiente y rendidora. “En general es el mayor problema que tenemos la mayoría de los diseñadores, no sólo en Córdoba sino también en otras provincias. La diferencia con Buenos Aires es que allí llega todo, y en ese sentido estamos en desventaja. Pero en algún punto nos hace ser más creativos con lo poco que tenemos”, expresó el diseñador.
Carlos Bono: “Es difícil posicionarse”
Cinco más tarde se inauguró el espacio para la venta de las prendas. “Se confecciona ropa de diseño para hombres y nuestro fuerte son las remeras. Se diseñan también pantalones (a medida), buzos y camperas. Se busca crear prendas únicas para que cada persona se sienta única y se diferencie del resto”, aseguró Carlos Bono, creador de la marca.
– Carlos Bono tiene tienda propia en Marcelo T. de Alvear 15 (centro).
– Respecto al mercado de diseñadores independientes, dijo: “El número de diseñadores creció con respecto a otros años y va variando continuamente. Cabe destacar que es muy difícil posicionarse y mantenerse en el mercado de la moda”.
– Obstáculos: costo elevado de prendas únicas y escaso margen de ganancia; altos costos de la materia prima como así también los gastos que implica tener un local propio; dejar prendas en consignación en otros locales perjudica al diseñador ya que se obtiene la ganancia un tiempo después y mientras tanto no se puede reinvertir el dinero; y muchos talleres sólo trabajan con la confección de prendas en cantidad (serie).