Por Mónica Camisasso (*)
En Grupo Arcor estamos convencidos de que las empresas prosperan en sociedades
que crecen. Con esta convicción, desde nuestros inicios trabajamos para ser un actor
social, relevante y responsable en cada uno de los lugares donde estamos presentes.
En este marco, asumimos el propósito de contribuir con el desarrollo integral de las
comunidades de las que somos parte junto a nuestra cadena de valor, estableciendo
vínculos de confianza; particularmente posibilitando la generación de oportunidades de
trabajo, la mejora de la infraestructura local, el manejo integral de los residuos, la
protección del ambiente, la generación y transmisión de conocimientos y habilidades
para la inclusión económica y social, la articulación de actores y la construcción de
alianzas y redes.
Desde hace 15 años contamos con un área de Relaciones con la Comunidad, que
establece las estrategias y metodologías para gestionar el vínculo con nuestros
vecinos y organizaciones de las localidades donde tenemos operaciones.
Actualmente, contamos con 30 comités de Relaciones con la Comunidad, liderados
por las gerencias industriales, distribuidos por Argentina, Chile, Brasil y México, que
implementan la estrategia de relacionamiento comunitario de Grupo Arcor.
Por medio de la escucha abierta y permanente, cada comité realiza un diagnóstico del
contexto de la comunidad, para analizar la estrategia de intervención y diseñar
proyectos e iniciativas, teniendo en cuenta las necesidades de cada territorio. Llevando
adelante estas iniciativas y procesos, buscamos posicionarnos como un actor genuino
y comprometido con el desarrollo de las comunidades en las que operamos,
promoviendo la prosperidad de las personas.
En cuanto a la Estrategia de Inversión Social de la compañía, ésta implica la canalización
de recursos privados en proyectos sociales de bien público, orientados para contribuir
con una causa: la niñez. Esta estrategia la llevan adelante la Fundación Arcor en
Argentina (1991), Instituto Arcor Brasil (2004), Fundación Arcor en Chile (2015), desde
donde desarrollamos iniciativas de alcance latinoamericano, para orientar la
contribución social a partir de un saber especializado, que se ha ido consolidando
durante más de 30 años de trabajo.
En este sentido, nos proponemos contribuir con la igualdad de oportunidades
educativas para la niñez en América Latina, mediante la movilización de actores
sociales, el desarrollo de capacidades de educadores, cuidadores y responsables de
niños y niñas, y el apoyo a proyectos de alcance territorial, orientados a la infancia
desde una perspectiva de derechos. Estas acciones se estructuran principalmente en las
áreas de Niñez y Vida Saludable, donde contribuimos a la construcción de hábitos de
vida saludable en la niñez, mediante el apoyo a proyectos educativos, la formación y
generación de conocimiento en la temática y la difusión del tema; y Niñez y
Desarrollo Integral en los Primeros Años, donde colaboramos con el fortalecimiento
de los servicios y entornos de atención y educación de la Primera infancia por medio de
la formación y capacitación de adultos referentes y el apoyo a las condiciones
materiales de las instituciones que trabajan con niños.
Durante el año 2023, apoyamos y llevamos adelante 156 iniciativas en Argentina,
Brasil, Chile y otros países de la región, mediante las cuales se alcanzaron a
356.517 niños y niñas y se capacitaron 40.777 personas vinculadas a la temática de la
niñez. Asimismo, participaron 426.587 personas en forma digital y se alcanzó a
3.250.826 personas del público masivo.
(*) Gerente de Relaciones con la Comunidad