La Corte Suprema ratificó el monto de la condena que el Tribunal Oral Federal N°2 (TOF2) le impuso a Ricardo Jaime, ex secretario de Transporte de la Nación, por su rol en la tragedia ferroviaria de Once: seis años de prisión por administración fraudulenta.
El TOF llego a aquel monto unificando la pena con otra anterior.
La sanción fue revisada por la Cámara Federal de Casación Penal en dos ocasiones. En la primera, subió la pena a ocho años porque le sumó el delito de estrago culposo. En tanto, en la segunda revisión, con otra composición, consideró que el ex funcionario solo era responsable por administración fraudulenta y la pena volvió a ser de seis años.
El fiscal ante la Casación, Raúl Pleé, presentó un recurso extraordinario para que subiera a ocho años. Consideró que a pesar de que ya no estaba en funciones cuando sucedió el choque tenía posición de garante.
Postuló que los camaristas Ana María Figueroa y Guillermo Yacobucci -la jueza Ángela Ledesma votó en disidencia- no fundamentaron mínimamente la conclusión que descartó aquel rol.
Manifestó que, si bien los deberes de control de la fuente de peligro recayeron dentro de la competencia del sucesor de Jaime, Juan Pablo Schiavi, ello no lo eximía de su posición de garante respecto a la “desestabilización del foco de peligro que ya se había materializado durante su prolongada gestión”.
Sumó que no estaba en discusión que Jaime “contribuyó al ruinoso estado” del material rodante entregado en concesión a la empresa Trenes de Buenos Aires SA y que, de esa forma, afectó en forma directa el erario público y “los derechos individuales de cada uno de los usuarios”.
“La situación de peligro sobrepasó los niveles permitidos durante la gestión de Jaime y ello es lo que permitió el escenario propicio para el acaecimiento del resultado lesivo”, alegó.
La Corte declaró que el planteo era inadmisible. Lo hizo sin el voto de Juan Carlos Maqueda, quien se excusó porque Jaime fue su segundo cuando encabezó el Ministerio de Educación de Córdoba.