Tras el amesetamiento de las ventas minoristas, operadores comerciales confían en la estacionalidad y en las fechas especiales para que el mercado se dinamice.
Desde marzo, la venta minorista transita un importante amesetamiento tras registrar crecimientos intermensuales que llegaron a 3%. En este escenario, los comerciantes apelan a que el sector despunte con la estacionalidad y las fechas especiales.
Si bien en el ranking de los récords de venta por ocasiones eventuales durante el año, el Día del Padre está en la última posición con respecto al Día de la Madre, Navidad y Día del Niño, los vendedores minoristas se preparan para incrementar sus colocaciones por lo menos en 12%.
“No hay ninguna economía que pueda crecer indefinidamente en un valor promedio fijo”, aseguró a Comercio y Justicia Luis Oliva, presidente de la Cámara de Comercio de Córdoba. “La estacionalidad y las fechas especiales pueden reactivar el consumo de rubros específicos, es decir, el comercio se va a desenvolver con muchos altibajos por lo menos hasta que se recupere la capacidad de endeudamiento de la gente, que sigue acarreando cuotas de planes largos”, amplió.
De acuerdo con los indicadores del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que registran crecimientos mensuales constantes en las cadenas de supermercados, los “consumidores siguen priorizando la canasta básica y no básica”.
En relación con la expectativa de ventas por el Día del Padre, que se celebrará el 18 de junio próximo, Oliva indicó que las agujas se van a mover “como todos los años”. Se espera un incremento de volúmen de entre 10 y 12%, en un espectro reducido del comercio: en rubros como indumentaria, regalería, bebidas, librería y música, tecnología y gastronomía.
En comparación con 2010, la inflación va a causar un aumento de la facturación cercano a 25%. Los ofertentes preparan sus promociones y planes de pago, que dinamizarán las compras tres o cuatro días antes de la fecha prevista.