miércoles 20, noviembre 2024
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Comercio y Justicia 85 años

El impacto en el comercio internacional de un acuerdo entre UE y Mercosur

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Por Gustavo Scarpetta *
Por Gustavo Scarpetta *

Suele haber hechos que son de difícil probabilidad, pero en caso de ocurrir su impacto es muy alto. Algo de eso sucede con el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), que conformarían una zona de libre comercio (ZLC) entre ambos bloques.

Recientemente, el jefe de Gabinete nacional aclaró que el acuerdo regional con el bloque europeo se hará defendiendo “la industria nacional, la producción y el comercio”.
Brasil estaba realmente interesado en este paso y había presionado a Argentina para que finiquitara los detalles de la presentación, en la cual nuestro país tiene una participación de 25% -contra 70% del gigante vecino-. Luego de la concreción de estos espacios –como una ZLC- ya el comercio interregional no es el mismo, así como existen sectores beneficiados y otros perjudicados. Cuando sucedió el nacimiento del Mercado Común del Sur, en el año 1991, y en el proceso hasta concretar la ZLC en 1995, muchas industrias, tanto brasileñas como argentinas, sufrieron embates por el aumento de la competencia internacional. Algunos sectores -como calzado, avícola o textil- no pudieron reponerse o realizaron una reconversión forzada y drástica.

Mercosur, aislado del mundo
Según la Cepal, tanto Argentina como Brasil son países con bajo grado de asociación comercial -aunque en esta comparación la peor nota se la llevan Ecuador y Bolivia, con un comercio internacional reducido comparado con su potencialidad-.

La oferta del Mercosur
Consiste en una lista de productos cuyos impuestos de importación serían eliminados, y también la lista que ofrecerá la UE, entre fines de mayo y mediados de junio, cuando el intercambio de ofertas se realizará.

“El listado alcanza 87% de las importaciones y hasta podría llegar a 90%”, sostuvo João Borges, quien lidera el proyecto por Brasil. Según fuentes de este país, la apertura a 87% se logró debido a que Argentina agregó en el listado posiciones arancelarias de sectores como lácteo, trigo y autos, los cuales en la anterior propuesta había negado y parecía imposible que cediera, dado el impacto que tendría en esos sectores.

Las listas de bienes incluidos es bien amplia: figuran carnes, frutas, hortalizas, vegetales, trigo, lácteos, vinos, autos y electrodomésticos, especialmente.

El gran cambio en la posición regional estuvo dado por la inclusión del sector agropecuario en la oferta, lo que inicialmente había sido negado por el Gobierno argentino.

Algunos aspiran a un acuerdo que entre en vigencia lentamente y que para 2025 recién efectivice sus partes más estratégicas. Las negociaciones entre UE y Mercosur comenzaron en 1999, pero hasta 2004 fueron avanzando lentamente, hasta el momento en que quedaron congeladas.

La idea de Brasil, sobre todo de su Cancillería, es que nuestra región se convierta en el gran proveedor de alimentos de Europa, solicitando la liberación de la importación de esa mercadería resignando otros sectores en los cuales el Mercosur no es tan competitivo. Argentina cambió de posición y parece haberse unido a la estrategia de agronegocios de Brasil, contra una estrategia más industrialista que imperaba anteriormente.

El proyecto de oferta incluiría un acuerdo especial para el sector automotor, con algunas similitudes al que existe entre Argentina y Brasil, que no permita una apertura irrestricta, dado que una eliminación de las barreras arancelarias podría significar la eliminación de esa industria en ambos países, gran fuente laboral, directa e indirectamente.

Los estudios que se efectúan sobre el impacto comercial que tendría este acuerdo entre ambos bloques marca que habría un aumento de exportaciones e importaciones fuerte, aunque sería mayor el de estas últimas; o sea el comercio crece pero las compras a Europa subirían más que las ventas a ese destino. En el supuesto caso de que se establezca un cronograma progresivo de reducción arancelaria, servirá para que algunas industrias puedan implementar programas de mejoras en la competitividad, al igual que las exportadoras, para configurarse para el próximo escenario.

Un acuerdo entre el Mercosur y la UE puede afectar mucho los agronegocios y producir un fuerte crecimiento de las exportaciones de este sector. Hay que estar atentos a la evolución de las negociaciones.

A sectores como el automotor puede afectarle severamente y dependerá del régimen que se aplique. Las otras industrias deberán estar alertas a la evolución de las negociaciones, para ver la posibilidad de concreción del acuerdo y también conocer el ritmo y volumen de la desgravación arancelaria propuestos.

Dada la importancia nacional de esta tratativa, sería fundamental que ambas cámaras del Congreso y los gobiernos provinciales tuvieran participación activa en las negociaciones.

* Contador público. Magíster. Docente UNC y UCC.

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