El Ministerio de Economía colocó $5,9 billones en la primera licitación de deuda en pesos de octubre y esta vez sí pudo refinanciar los casi $5,1 billones que vencían. El resultado implicó un giro respecto de la subasta previa: no sólo porque en aquella oportunidad apenas había conseguido renovar 67% de los vencimientos, sino también porque el Gobierno había celebrado esa performance como un reflejo de una mayor demanda de dinero.
Por lo pronto, ayer, en la primera licitación de octubre, el equipo de Luis Caputo recibió ofertas por $6,32 billones, de las cuales adjudicó un valor efectivo de $5,9 billones. Así, colocó un endeudamiento extra por sobre los pagos a realizar el próximo lunes de $830.000 millones.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció que ese excedente “será depositado en la cuenta del Tesoro en el BCRA”, el colchón de liquidez que funciona como una de las vías de expansión o contracción monetaria bajo el esquema actual (la otra es el stock de Letras Fiscales en poder de los bancos).
Finanzas les había presentado a los inversores un menú de nueves títulos. Entre ellos, cuatro letras capitalizables a tasa fija (Lecap) a enero, abril, mayo y agosto próximos; dos Boncap (similares a las Lecap pero con más de un año de plazo) a octubre y diciembre de 2025; dos bonos atados a la inflación (Boncer) a diciembre de 2025 y marzo de 2026; y un dólar linked a diciembre de 2025.
Los dos instrumentos más demandados fueron la Lecap más corta (se adjudicaron $1,65 billón) y el Boncap más largo ($1,08 billón).