Con el inicio de la temporada primavera verano, el exterior recobra protagonismo y aunque siempre merece atención, también es cierto que cuando el calor se aproxima, el foco se concentra cada vez más en el “afuera” del hogar.
La reivindicación de lo artesanal, como contracara de la inteligencia artificial y la tendencia RAW (datos de imagen sin comprimir ni procesar) que ha llegado hace ya un tiempo y pone de manifiesto la preferencia por lo natural e imperfecto en las materialidades de casa, le dió un protagonismo indiscutido a los troncos de madera en su estado bruto, un elemento que se aprecia cada vez en más espacios.
Este material es apreciado, por ejemplo, en pérgolas hechas 100% a partir de la utilización de troncos, techos de galerías que se ven recubiertos por este recurso para generar la calidez deseada, muebles que imprimen carácter a los espacios fogoneros, cercos que entregan intimidad, entre otros.
Los troncos de madera tienen distintas características, vetas, colores, texturas. La calidez del material combinada con su imperfección, hacen que diseñadores de interiores, arquitectos y usuarios finales se inclinen por incorporarlos como sea, en muchos o algunos muebles, que habitan patios, balcones, terrazas y jardines.
En este marco, Cetol, marca del grupo AkzoNobel especializada en el cuidado y protección de la madera, acerca una serie de tips y recomendaciones al momento de proteger estas estructuras y equipamientos.
Dependiendo del tipo de aplicación y de la terminación deseada, la marca ofrece diferentes alternativas para cuidar los troncos: Cetol Duración Extrema (solución de mayor durabilidad que viene en dos terminaciones satinado y brillante y 6 colores); Cetol Belleza Natural (Conserva la textura original y viene en terminación mate y es incoloro); y Classic Balance (viene en 6 colores y dos terminaciones).
En los tres casos son soluciones que pertenecen a la familia Balance, una tecnología desarrollada por Cetol que combina las características de los productos base solvente (durabilidad) y agua (fácil aplicación). Con tres manos, dejando pasar tres horas entre cada una, la madera estará 100 % protegida. Además, los pinceles se lavan con agua y las soluciones de esta línea vienen listas para usar (no se diluyen).