“Es una decisión tonta, arbitraria, injusta y de doble vara”. Con esas palabras, en declaraciones radiales, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, cuestionó la disposición de la dirección de la Unión Cívica Radical (UCR) de suspender a los diputados que votaron a favor del veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria y cargó contra el presidente del partido, Martín Lousteau.
Cornejo estimó que la medida es “ridícula” e “irracional” y alertó que dejará a la UCR “en una posición de ínfima minoría, con correlatos electorales pésimos”.
“Hay dos posiciones nítidas: un conjunto de dirigentes que creemos que hay que apoyar al Gobierno en el saneamiento de la economía, que no se puede esperar cuatro años y que hay que aceptar la voluntad popular de cambio, y hay un sector que tienen una posición pública totalmente distinta”.
El dirigente apuntó a Martín Lousteau y a Facundo Manes, que conducen los órganos formales del partido. “Votan separados de los bloques y muchas de las veces votan con el kirchnerismo”, disparó.
Cornejo repasó lo sucedido los últimos meses y recalcó que los diputados que responden a Manes y a Losteau votaron, por ejemplo, en contra de lo que la mayoría del bloque votó en la Ley Bases. “De 13 senadores, 12 votaron y solo Lousteau votó en contra”, precisó, y opinó que “habría que echarlo con el agravante de que es el presidente formal del radicalismo”.
“Una cosa es el aparato partidario y otra los simpatizantes que están apoyando el rumbo general del país”, argumentó el mandatario provincial.
Tras la publicación de la resolución de la Mesa Directiva, Cornejo expresó a través de sus redes sociales: “La política de mayorías populares no es para sectas ni se hace con purgas. La UCR no es una agrupación universitaria, es un partido nacional”.
“Les pido a las autoridades del partido que asuman la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción”, completó.