El festival productivo, gastronómico, y cultural que pone en valor el consumo de ese tipo de carne se llevará a cabo en la localidad turística insignia del departamento San Justo los próximos días 9, 10 y 11. En la década de 70 llegaron a coexistir más de 100 criaderos que exportaban hasta 180 mil pieles por año. Hoy sobreviven cinco emprendimientos
En un acto en el Cabildo Histórico, Miramar de Ansenuza presentó en la ciudad de Córdoba la nueva edición de su Fiesta Provincial de la Nutria. El evento -con Marcelo Valdomero y Soledad Ferraro, de las subsecretarías de Turismo y Cultura de Córdoba como anfitriones- contó con la presencia del presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Darío Capitani; el director de Agencia Córdoba Turismo, Adrián Walker, y Gerardo Cicarelli, intendente de Miramar de Ansenuza. La 16ª edición de la fiesta se desarrollará los próximos días 9, 10 y 11, con actividades artísticas, stands de comerciantes y productores, y una amplia oferta gastronómica.
La entrada será libre y gratuita y contará con la actuación de “Los 4 de Salta” el viernes, “Ángel Martín” el sábado, y el “El Toro Quevedo” el domingo. El festival es uno de los más importantes de la localidad de Miramar de Ansenuza ubicada 200 km al noreste de la ciudad de Córdoba, y tiene lugar en el salón del Club Atlético Miramar y una gran carpa anexa.
La oferta gastronómica será con platos basados en la nutria (coipo) y otras alternativas culinarias y habrá clases magistrales con reconocidos chefs de la zona y la provincia.
El festival celebra la cultura y la gastronomía de la región de Ansenuza, pero además sirve como anticipo para el aniversario del primer Centenario (el 18 de noviembre), que coincide con el lanzamiento de la temporada turística 2024/2025. “La nutria es el emblema de nuestra gastronomía. Por eso esta fiesta es gastronómica”, destacó Silvina Arrieta, responsable de turismo de Miramar de Ansenuza. Cabe mencionar que durante las vacaciones de invierno la ocupación turística alcanzó 60%.
Auge y supervivencia del negocio de la nutria
Si bien la cría de nutrias se desarrolló para la venta interna y externa de las pieles, actualmente la comercialización es casi nula, pero se reactivó la actividad de cría por la exquisita carne del animal, que incluso dio origen a la Fiesta Provincial de la Nutria. Sólo cinco criaderos lograron subsistir y reinventarse para dar pelea a una realidad que acabó con una industria pujante que representaba la venta de pieles de nutria, con la que se confeccionaban abrigos, chalecos, sacos, camperas y carteras. La actividad comenzó a expandirse en la zona en la década de 1920, cuando inmigrantes alemanes que venían desde la ciudad de Buenos Aires, cruzaban la laguna Mar Chiquita hacia la desembocadura del río Dulce para cazar nutrias silvestres y vender su piel, que era muy requerida en Europa. Los lugareños comenzaron a imitar la acción, y hasta llegaron a atraparlas para criarlas en el pueblo, adaptándolas al cautiverio.
Treinta años después se producían para exportación entre 150 mil y 180 mil pieles por año. Para mejorar el desarrollo del animal, se importaron distintas especies de nutrias de Europa y Brasil, logrando -después de muchas cruzas con los ejemplares locales-, obtener una mutación color “cognac”, de gran desarrollo y precocidad. Este cruzamiento le dio más valor a la nutria silvestre, ya que en menos de un año se lograron animales de cinco a seis kilos de peso vivo, con un rendimiento de 3.5 kilos de carne, y cueros de 80 centímetros de largo. Ante tan floreciente industria, para la década de 1970 existían más de un centenar de criaderos. La gran inundación que ocurrió entre 1976 y 1984, provocó la paralización obligada de la actividad, que resurgió a mediados de los 80, con la moda de los tapados de piel en el mercado interno. Tan solo unos años después, en la década del 90, la actividad comenzó su declive debido a varios factores, entre ellos la influencia de grupos ecologistas que reclamaron la prohibición del uso de pieles de animales, sin tener en cuenta que se trataba de animales de criaderos y no de hábitats naturales. Así fue como comenzaron a apagarse los criaderos, y los pocos que resistieron se enfocaron en la producción de carne de nutria, ya que cada vez la piel valía menos.
Uno de los criaderos más importantes es el de la familia Calcaterra. Allí Ricardo adquirió el establecimiento en 1963 luego de ir a veranear a Miramar desde Rosario (de donde era oriundo). Le gustó el pueblo y compró un criadero que estaba en venta. Desde este criadero se abastece al Mercado Norte de la ciudad de Córdoba y la principal salida es el Mercado de Rosario (Santa Fe). En cuanto a las propiedades de esta carne, los más reconocidos chefs del país presentan en cada edición de la Fiesta Provincial de la Nutria, gran variedad de platos, dando cuenta de la nobleza del producto. Así es como se la puede degustar en escabeche, asada, deshuesada, al disco, en pastas, en empanadas, en tacos, arrollada, en hamburguesas, y hasta se elaboraron chorizos de nutria en la edición 2023, así como en diferentes preparaciones gourmet.