En Estados Unidos, Katiuscia Torres Soares -conocida en las redes sociales como Kat Torres o Kat A Luz- fue condenada por un tribunal de Nueva York a ocho años de prisión por tráfico de personas y esclavitud.
Las autoridades estadounidenses y brasileñas descubrieron que Torres mantenía a varias mujeres en condiciones de esclavitud en Estados Unidos.
La mujer se hizo famosa por sus videos de autoayuda y en el juicio se probó que usó su posición de “celebridad” para explotar a varios de sus seguidores.
La pesquisa comenzó tras la denuncia por la desaparición de dos jóvenes brasileñas en septiembre de 2022. Sus familias solo sabían que estaban viviendo con la denominada “gurú del bienestar” en EEUU.
Torres edificó una imagen de éxito y superación personal en sus cuentas de redes sociales y atrajo a seguidores vulnerables mediante promesas de dinero y mayor autoestima a través de un servicio de suscripción y consultas personales por USD 150.
Una de las víctimas que cayó en su trampa relató que se mudó con ella y que, una vez instalada en el departamento de la influencer en Nueva York, se dio cuenta de que fue manipulada.
Relató que, junto a otras víctimas, tenía que realizar tareas domésticas sin descanso y sin recibir pagos.
Las mujeres cuyo caso desencadenó la búsqueda del FBI también manifestaron que fueron atraídas bajo promesas de éxito. Una de ellas detalló que vivía en Alemania y que fue invitada a Estados Unidos por Torres, quien afirmó que necesitaba su apoyo emocional. Dijo que una vez que llegó a Nueva York la ahra condenada la obligó a trabajar en un club de striptease y posteriormente como prostituta.
Durante el juicio se acreditó que además de las condiciones laborales abusivas, las mujeres vivían bajo estrictas reglas. No podían hablar entre ellas, necesitaban permiso para salir de sus habitaciones, y todos sus ingresos eran entregados a Torres. También debían darle sus documentos como pasaportes y licencias de conducir.
A pesar de las denuncias iniciales, las autoridades no tomaron en serio a las víctimas hasta que el caso ganó notoriedad en las redes sociales y medios de comunicación.
Gladys Pacheco, abogada de varias damnificadas, recopiló testimonios que señalaban a Torres como responsable de tráfico de personas, tortura, reducción a condiciones de esclavitud, y explotación sexual.
Las campañas en redes sociales ayudaron a localizar a las jóvenes desaparecidas y en noviembre de 2022, la policía convenció a Torres y a las mujeres de asistir a una revisión de bienestar en la oficina del sheriff del Condado de Franklin, en Maine.
Torres, quien sigue negando todas las acusaciones, fue entrevistada en prisión por BBC World Service antes de ser condenada. Dijo que es inocente y acusó a los medios de mentir. Su abogada apeló la condena. Por lo pronto, la investigación continúa.