La Corte Suprema de Justicia dispuso que Tabacalera Sarandí, la empresa de Pablo Otero, conocido como el “señor del Tabaco”, pague impuestos internos a los cigarrillos.
La decisión fue tomada por los votos de los jueces Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda, en conjunto, y de Ricardo Lorenzetti, que lo hizo aparte, con una argumentación diferente y más extensa. El juez Carlos Rosenkrantz no firmó porque está de licencia.
Desde hace 8 años, la empresa, mediante sentencias judiciales y medidas cautelares, evitó pagar ese tributo, lo que le permitió ahorrarse 2000 millones de dólares y vender sus productos de marcas populares a precio más barato, con lo que conquistó el 35 por ciento del mercado de los cigarrillos, en perjuicio de las empresas que comercializan las marcas premium.
La Corte Suprema de Justicia había dejado sin efecto medidas cautelares en las que se sostenía la empresa, pero la firma siguió sin pagar porque tenía dos fallos de fondo, que le daban la razón al declarar la institucionalidad de la ley que imponía el pago de montos mínimos para distintos tipos de productos relacionados con el tabaco. Por eso, es que la justicia había dispuesto ejecutar esas sentencias lo que permitió a Tabacalera Sarandí no pagar.
Ahora, la Corte dispuso la suspensión de la ejecución de las sentencias que lo habilitaban a no pagar, con lo que la empresa debe empezar a tributar el impuesto interno al tabaco.