Claudia Sheinbaum se convirtió anoche en la primera presidenta electa de México al imponerse con contundencia en las elecciones más grandes en la historia del país y prometió gobernar para todos los mexicanos sin importar su color político.
Sheinbaum, la elegida por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador para sucederlo, lograba un piso de votos superior al 58% y le sacaba una diferencia abrumadora a su principal rival, Xóchitl Gálvez, que no llegaba a superar el 29%, según las proyecciones oficiales. Gálvez la llamó para reconocer su derrota en las elecciones, ampliamente consideradas un referéndum sobre la gestión de López Obrador.
“Aunque muchos mexicanos no coincidan con nuestro proyecto, habremos de caminar en paz para construir un México más próspero”, dijo Sheinbaum la madrugada del lunes en su primer discurso tras conocer los resultados.
“Es el reconocimiento de México a nuestro proyecto de nación”, agregó Sheinbaum ante sus simpatizantes tras asegurar que logró una ventaja de 30 puntos porcentuales, la misma que obtuvo López Obrador cuando ganó en 2018, convirtiéndose entonces en el triunfo presidencial más holgado desde 1985.