El gabinete de la canciller federal alemana, Angela Merkel, aprobó un proyecto de ley que busca facilitarles a los profesionales extranjeros que se reconozcan sus estudios y títulos para que apliquen sus conocimientos en aquel país.
La nueva ley, que todavía necesita la aprobación de las dos cámaras del parlamento este año, abarca a los profesionales extranjeros de todo el mundo y se aplicará tanto a los que ya están residiendo en Alemania como a todo posible inmigrante.
Los ciudadanos de otras naciones de la Unión Europea ya están autorizados a trabajar libremente en todas las 27 naciones del bloque.
Alemania calcula que 300.000 inmigrantes que viven en el país no tienen derecho a trabajar porque sus calificaciones profesionales o títulos de instituciones extranjeras no son reconocidos.
A la vez, Alemania enfrenta una severa escasez de mano de obra calificada; su tasa de desempleo bajó a 7,9 por ciento el mes pasado, una de las más bajas de Europa.
“Todavía se puede hallar al médico de Israel o de Turquía cuyas calificaciones no son aprobadas”, dijo la ministra de Educación, Annette Schavan, a la prensa en Berlín. “Necesitamos reglas diferentes, reglas que hagan justicia al mundo globalizado de hoy”.
“Hay una generación joven que planea naturalmente sus carreras en distintos continentes”, afirmó Schavan, dando a entender que Alemania no quiere seguir perdiéndose a los extranjeros altamente calificados, que por lo general prefieren ir a Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido.
“Ahora nos faltan 400.000 ingenieros, maestros artesanos y trabajadores calificados”, dijo recientemente Hans Heinrich Driftmann, de la Cámara de Industria y Comercio (DIHK) .