Javier Milei cerró este martes el IEFA Latam Forum, desde donde volvió a apuntar con dureza contra el kirchnerismo. “Argentina ha vivido por más de 20 años bajo un régimen populista salvaje”, dijo el Presidente, que atribuyó la caída de la actividad a la “sobreestimulación” de la economía en el gobierno anterior. Además, el jefe del Ejecutivo confirmó la baja de 70 mil contratos de empleados del Estado.
El Presidente hizo un repaso de sus primeros 100 días en la Casa Rosada. “No es para llorar, no es para llorarla. Porque si algo nos quedó claro con El Jefe (por su hermana Karina), es que si verdaderamente llegábamos a ganar era porque esto estaba en una situación desastrosa. Que un liberal libertario llegue al poder significaba que nos iban a dejar las cosas muy difíciles”, dijo en el inicio de su discurso.
En ese tramo el mandatario habló del retroceso de la actividad y del empleo. “Cuanto más violento y más prolongado en el tiempo es el proceso de sobreestimular la economía, más fuerte es la retracción. En ese sentido, Argentina ha vivido por más de 20 años bajo un régimen populista salvaje, que llevó ala destrucción del capital y de la productividad, motivo por el que estamos en una situación absolutamente miserable. El populismo no es gratis”, indicó al respecto de los efectos de su política económica. Y en ese pasaje también destacó que, desde los años noventa, los argentinos perdieron el 80 por ciento de sus salarios.
“El salario promedio era de 1.800 dólares en los 90 y hoy con suerte son de 600 dólares, lo cual es falso porque son menores. Hoy deberían ser de 3.000 dólares, 3 millones de pesos. Los argentinos, en esta aventura populista hemos perdido el 80 por ciento de nuestros ingresos”, calculó Milei. Y remarcó: “Siempre estuvimos preparados para tomar esta papa caliente y si no hubiéramos tomado medidas rápidas ya habríamos volado por los aires varias veces”.
Destacó la política fiscal de ir a “déficit cero”, una meta que ya definió -al igual que su ministro de Economía, Luis Caputo- como “innegociable”. Cuestionó el control de la tasa de interés.
Se mostró “profundamente orgulloso” de la eliminación “de cuajo” de la obra pública. “Es fuente de corrupción y robo, todo argentino de bien debería oponerse”, justificó. En el mismo sentido defendió la eliminación de las transferencias discrecionales a las provincias, que le valió el enfrentamiento con los gobernadores. Luego le puso cifras a la reducción de contratos estatales.
“Echamos 50 mil empleados públicos. No sólo eso, sino que se dieron de baja contratos. Y fíjense que se están cayendo más contratos. Y van a caer 70 mil contratos”, confirmó sobre los empleados públicos.
“Tuvimos una perspectiva social”
“Eliminamos 200 mil programas sociales entregados de manera irregular”, añadió Milei. Sin embargo, y como una respuesta a los reclamos del FMI, destacó las medidas de cuidado para los sectores bajos y medios, subrayó el Presidente.
“En ningún momento descuidamos la política social, porque en el medio duplicamos la AUH, la Tarjeta Alimentar, multiplicamos por 3 la asistencia en el plano 1.000 Días, cuadruplicamos la asistencia para útiles escolares, pusimos un mecanismo de contención para que los chicos de familias de ingresos medios no perdieran el colegio al que asistían y no tener el shock de cambiar de colegio. Es decir, tuvimos una fuerte perspectiva social en lo que hicimos“, enumeró.
Confrontó con los piqueteros y las organizaciones sociales, al destacar las medidas de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, para acabar con los intermediarios de planes sociales.
“Obviamente la gran cantidad de simios -y pido perdón a la sociedad protectora de animales por insultar a los simios que miran a la política argentina, muchos responden a que no tienen pauta. Esos simios criticaron duramente a la ministra Pettovello por esto y lo que no se dieron cuenta es que era una forma de terminar con los intermediarios, donde todos los Gobiernos quisieron hacerlo, pero el que lo hizo fue este Gobierno”, sostuvo Milei.
Eligió a Eduardo Belliboni, del Polo Obrero, como objetivo para hablar de las denuncias sobre presiones para llevar a beneficiarios de planes a las marchas. En ese sentido sumó a los elogios a Patricia Bullrich y al Ministerio de Infraestructura, antes ocupado por Guillermo Ferraro y luego subsumido casi en su totalidad bajo Economía.