El papa Francisco denunció que el grave problema que representa el narcotráfico en Rosario cuenta con “complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero”.
“Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación en la que se encuentra la ciudad de Rosario”, advirtió el Sumo Pontífice.
En un video difundido, el Santo Padre envió un mensaje a la población de Rosario y lamentó la situación en la ciudad santafesina y llamó a “rehabilitar la política” e investigar la corrupción que permite el caos que se vive allí, en lo que él calificó como “una sociedad que se siente amenazada”.
También pidió que el Poder Judicial “pueda ser independiente para investigar los entramados de la corrupción y del lavado de dinero que facilitan el avance del narcotráfico” y sostuvo que “el silencio del Estado” simplemente “naturaliza y facilita la promoción del consumo y comercialización” de estupefacientes.
MENSAJE DEL PAPA A LA CIUDAD DE ROSARIO
En ese sentido, indicó que “es necesario trabajar no sólo sobre la oferta, sino también sobre la demanda de drogas a través de políticas de prevención y asistencia”.
El llamado a la reflexión también estuvo destinado al sector privado, ya que subrayó que “hay una gran tarea por delante en el sector empresarial, no sólo en impedir la complicidad en los negocios con las organizaciones mafiosas, sino también en su compromiso social”.
Las palabras del Papa también se refirieron a la política de seguridad implementada por el Gobierno del presidente Javier Milei: “Comprendemos la necesidad de la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad”, pero “en el camino de la paz se deben transitar respuestas complejas e integrales, con la colaboración de todas las instituciones”.
Ante este análisis, el Sumo Pontífice consideró que de la “crisis” que enfrenta Rosario se sale con “todos los sectores políticos” sintiéndose “llamados a transitar el gran camino del consenso y del diálogo”.
“Nadie se salva solo, aun en los barrios privados, se puede encontrar la inseguridad y la amenaza del consumo para los propios hijos”, manifestó y alertó que “en todo sistema mafioso, los pobres son el material descartable”.
Como cierre, llamó “a aunar esfuerzos para que el Estado y las instituciones intermedias puedan brindar espacios comunitarios en los barrios vulnerables” y, aunque reconoció que “el temor siempre aísla y paraliza”, hizo una convocatoria: “No teman comprometerse junto a otros para ser respuesta pacífica e inspiradora”.