ESCUCHAREl argentino Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dio nuevos detalles de la reunión que mantuvo hace horas con el presidente ruso Vladimir Putin y resaltó el desafío de seguir garantizando la seguridad nuclear en el contexto de una situación global tensionada.
En entrevistas con las radios Mitre y Rivadavia, Grossi dijo que las preocupaciones de la agencia de la ONU son la central nuclear de Zaporizhzhia, la aceleración del programa nuclear iraní y la posibilidad de una “escalada nuclear impredecible” en medio de múltiples conflictos.
Sobre Zaporizhzhia, la planta nuclear más grande de Europa, ocupada por Rusia tras la invasión a Ucrania y que en este momento no produce energía, precisó que tiene seis reactores de 1.000 megavatios y que se halla en una línea de frente activa, lo cual plantea riesgos significativos de seguridad.
“Estuvimos desplegando tareas de naturaleza preventiva para evitar que la central sea bombardeada y se convierta en un blanco militar, lo que podría generar un accidente muy grave”, informó el diplomático.
“El conflicto tiende a prolongarse, entonces estamos en una situación que desde el punto de vista técnico exige una serie de consideraciones sobre lo que va a pasar con la planta”, sumó Grossi.
“Mi preocupación y mi esfuerzo está orientado en tener la mayor autocontención y restricción por parte de dos beligerantes”, añadió.
El argentino recordó que hay una guerra en curso y, por eso, planteó que hay que tratar de “santuarizar” la central “para que no se produzcan bombardeos” o “Rusia la militarice o la utilice como base militar”.
“Es una situación de seguridad que en el Consejo de Seguridad de la ONU caractericé de tremendamente frágil, tremendamente precaria”, dijo.
A la vez, destacó la importancia de la presencia de un equipo de la OIEA, que actúa como “disuasivo”.
Grossi se reunió el miércoles con Putin en Sochi, en el Mar Negro. Calificó el encuentro, que duró una hora, como “muy intenso”. Dijo que el ruso tiene un “muy alto” conocimiento técnico del tema nuclear y aseguró que “comparte” las preocupaciones de seguridad de la OIEA, aunque por razones diferentes a las del organismo. “Tengo que caminar una línea muy delgada, que es la línea de mantenerme dentro de mi mandato técnico y obtener de él, y también de Zelensky en su momento, la mayor cantidad de concesiones y de aceptación de lo que la agencia sugiere que se haga”, enfatizó.
“Yo estoy ahí para evitar un accidente nuclear y hay cosas técnicas para discutir”, agregó.
Grossi resaltó que durante el encuentro con Putin también abordó el tema del programa nuclear iraní, que calificó de “muy preocupante”, en medio de declaraciones alarmantes de autoridades del régimen teocrático respecto a su capacidad nuclear. “Irán no responde a todas las preguntas que nosotros requerimos”, dijo. “Estamos en una situación muy muy compleja”, alertó.
Grossi afirmó que el potencial surgimiento de nuevos “actores nucleares” va conformando una especie de “cocktail bastante preocupante”, que incrementa la urgencia de una acción coordinada y efectiva. “Hacía mucho que no veíamos un entramado de conflictos donde todo está conectado con todo”, acotó.
Habló también de una “madeja” difícil de manejar, pero aseguró: “Para eso está el multilateralismo, aquel bien entendido y efectivo, no el de palabrerío”.
