El líder opositor ruso Alexey Navalny murió en la cárcel.
Lo informó el Servicio Penitenciario de Rusia, que no precisó la causa del fallecimiento.
“El 16 de febrero de 2024, en la colonia penitenciaria número 3, el recluso Navalny se sintió mal después de un paseo y casi inmediatamente perdió el conocimiento. Los trabajadores médicos de la institución llegaron inmediatamente y llamaron a un equipo médico de emergencia”, se limitó a reportar.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que el presidente Vladimir Putin ya está al tanto de lo ocurrido e indicó que no tiene precisiones.
Por su parte, el equipo que trabaja con Navalny afirmó que no fue informado de su muerte y consignó que un abogado se dirigía a la cárcel en la que estaba detenido.
Navalny fue privado de su libertad en enero de 2021, cuando volvió a Rusia tras recuperarse en Alemania de un aparente envenenamiento en su país que atribuyó a Putin, algo que el Kremlin negó.
Desde su arresto fue condenado a duras penas de cárcel por “extremismo” y “fraude”. Previamente, movilizó enormes manifestaciones antigubernamentales en que fueron duramente reprimidas por el Gobierno de Putin.
En agosto del año pasado fue condenado a 19 años de prisión. Hasta mediados de diciembre estuvo detenido en una cárcel de máxima seguridad cerca de Moscú hasta que fue trasladado a Jarp, en el Ártico ruso.
Desde hace casi tres años, pasó temporadas bajo aislamiento con condiciones de detención restrictivas. Opositor acérrimo de Putin, convocó una protesta contra el mandatario en los centros de votación del país durante la próxima jornada electoral de marzo.
Líderes políticos de todo el mundo le exigieron a Rusia que aclare las circunstancias de la muerte de Navalny, mientras que el Kremlin criticó que “Occidente ya ha sacado conclusiones”.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo que se trata de una “terrible noticia” y definió al dirigente como un “feroz defensor de la democracia en Rusia”.
“Navalny mostró una increíble valentía toda su vida. Pienso en su esposa y en el pueblo ruso, para quienes es una inmensa tragedia”, escribió en la red social X (antes Twitter).
El secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, sostuvo que Rusia tendrá que responder a “serias preguntas” y afirmó estar “muy entristecido y preocupado”.
En tanto, el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, exigió que se aclaren las circunstancias de la muerte del opositor y principal adversario del presidente ruso Vladimir Putin, quien, según planteó, falleció “durante su injusto encarcelamiento por motivos políticos”.
La Unión Europea (UE) consideró que “el régimen ruso es el único responsable” por la muerte en prisión de Navalny.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, manifestó que Navalny luchó por los valores de la libertad y la democracia y que “hizo el máximo sacrificio por sus ideales”.
“Los luchadores mueren, pero la lucha por la libertad no termina nunca”, añadió.
En sentido similar, el canciller francés, Stéphane Séjourné, sostuvo que el opositor “pagó con su vida su resistencia a un sistema de opresión” en Rusia.
“Su muerte en una colonia penitenciaria nos recuerda la realidad del régimen de Putin”, agregó Séjourné en la red social X, presentando sus condolencias al pueblo ruso y a los familiares de Navalny.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, aseveró que el mundo perdió “a un luchador cuyo coraje resonará a través de generaciones”.
“Rusia le arrebató su libertad y su vida, pero no su dignidad. Su lucha por la democracia sigue viva. Nuestros pensamientos están con su mujer y sus hijos”, añadió la política maltesa.