El Gobierno comenzó a aplicar a partir de ayer una actualización gradual de los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono sobre las naftas y el gasoil, para lo que dispuso un esquema de traslado de los cargos pendientes desde el tercer trimestre de 2021 hasta el mismo período de 2023.
Como consecuencia de esta decisión oficializada en el decreto 107/2023, las petroleras implementaron un aumento de hasta 6,4% promedio en todo el país en los precios de los combustibles.
Del 6,4% total, un 4% corresponde a la actualización tributaria y el 2,4% restante a una recomposición de precios de los combustibles dispuesto por las petroleras.
De esta manera, YPF que tiene un 55% de participación de mercado presenta desde ayer sus nuevos precios con alza de 6,4% promedio en surtidor.
Por su parte, la empresa Raizen Argentina que opera la marca Shell en el país y controla el 24% del mercado, dispuso un aumento del 6% promedio.
La medida impositiva era esperada tanto por los usuarios de vehículos como por los expendedores, ya que las sucesivas prórrogas de la suspensión de los aumentos representaban una acumulación de cargos estimada entre un 340% y un 370%, según estimaciones de cámaras de estaciones de servicio.
El incremento sobre el precio final de todos los ajustes suspendidos fue estimado por fuentes del mercado entre el 10% y el 12%.
Un dato a tener en cuenta es que al decidirse un traslado gradual, esos porcentajes se repartirán entre febrero y mayo.
A esa medida debe añadirse el impacto que tendrán los ajustes en los precios de adquisición de los biocombustibles, también vigentes desde ayer: 1,81% para el biodiesel, 15,75% para el bioetanol elaborado en base a maíz y 25,4% para el compuesto con caña de azúcar.
Una vez que la AFIP comunique a las petroleras los nuevos valores, comenzarán a aplicarse sobre los precios de las naftas y el gasoil los incrementos correspondientes al tercer y cuarto trimestres de 2021 y los cuatro trimestres de 2022.
A partir del 1° de marzo se sumarán los cargos del primer y segundo trimestre de 2023, al mes siguiente los del tercer trimestre, en tanto el último trimestre se comenzará a aplicar el 1° de mayo.
Los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono son sumas fijas que se actualizan de manera trimestral en función de la inflación, pero desde el 1° de junio de 2021 se dispuso una postergación de esos incrementos para evitar su traslado al precio final.