Una increíble manifestación (foto) tuvo lugar este miércoles en la emblemática Piazza Maggiore de Bolonia, Italia, donde un grupo de manifestantes expresó su descontento con el reciente límite de velocidad de 30 kilómetros por hora impuesto en gran parte del territorio de la ciudad. Sin embargo, lo que hizo único este evento fue la presencia de máscaras con la imagen del presidente argentino, Javier Milei, y amoladoras, cómo método de protesta.
El peculiar acto, que congregó a alrededor de quinientas personas, estuvo marcado por la presencia de banderas de partidos de derecha como Fratelli d’Italia, Forza Italia, Italexit y DC.
No obstante, lo más llamativo fueron las máscaras de Milei y las amoladoras, un gesto que rememora las intervenciones del presidente argentino, donde durante su campaña mostraba motosierras como símbolo de su mensaje anti casta. Las herramientas significabas, según los manifestantes, el “recorte”.
El detonante de la protesta fue el límite de velocidad impuesto en Bolonia, una medida que generó el rechazo de los manifestantes. “30 km, NO”, rezaban algunos carteles, reflejando la inconformidad con la restricción recién implementada.
La marcha estuvo dirigida contra el alcalde Matteo Lepore, de la izquierda italiana, quien se encontró en el ojo del huracán debido a esta controvertida medida.
La manifestación no tardó en trascender las fronteras y llegó hasta las redes sociales del propio Milei. A través de sus plataformas digitales, el presidente argentino compartió imágenes de la protesta en Bolonia, y destacó la curiosa conexión entre un movimiento local italiano y su figura política.
Sin embargo, la manifestación lejos estuvo de tener un trasfondo político directo, sino que se originó en la reducción del límite de velocidad. Pero Milei está atento a la repercusión de su imagen, que tomó impulso tras su intervención en Davos.
En el contexto global, la reciente exposición de Milei en el Foro Económico Mundial captó la atención internacional. Su discurso en contra del socialismo resuena aún en los oídos de decenas de personas en otras partes del mundo. El presidente argentino generó simpatía en la primera ministra italiana, la derechista Georgia Meloni, del partido Hermanos de Italia, quien lo catalogó como una “personalidad fascinante” y se mostró ansiosa por escucharlo durante su visita programada a Italia en febrero.